Una paralela a la AMHON

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16 de junio de 2021
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01:29 am
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Una paralela a la AMHON

Edgardo Rodríguez

La Asociación de Municipios de Honduras (AMHON) es una organización civil, representativa del conglomerado de municipios del país, con una trayectoria bien afincada y reconocida a nivel nacional e internacional. Se constituyó desde el 11 de Abril de 1962, por acuerdo de la Secretaría de Gobernación y Justicia, durante la administración del presidente liberal, Ramón Villeda Morales. Dentro de sus propósitos fundamentales está el de promover, mediante la incidencia política y la asistencia técnica, procesos de transformación multidimensional, sostenible e incluyente, en los municipios del país, en las mancomunidades y regiones, bajo el liderazgo de los gobiernos locales.

Apoyada en sus propios recursos, así como en la cooperación nacional y extranjera la AMHON, a lo largo de su historia, ha desarrollado diversos programas y proyectos en beneficio de las poblaciones de los 298 municipios del país e impulsado leyes que han fortalecido el nivel de gobierno local. Su junta directiva nacional siempre ha sido incluyente con alcaldes de distintas fuerzas políticas, aunque es obvio, que quien la preside es un alcalde de las filas del partido político que ostenta la Presidencia de la República. Hasta ahora ese no había sido motivo de problema.

Sin embargo, el clima de confrontación política y divisionismo estéril que vive en Honduras, unido a las diversas consecuencias de la pandemia de la covid-19 y a la lentitud en la llegada de las vacunas al país, han provocado un movimiento interno contra la institucionalidad que representa la AMHON. Este golpe ha sido promovido por varios alcaldes del Partido Libre y Partido Liberal. Todo inició cuando siete ediles, de dichos partidos, de manera bien planificada, enviaron una carta al presidente salvadoreño, Nayib Bukele, pidiendo les ayudara con la vacuna china, que recibe el vecino país en grandes cantidades por ser un aliado de esa potencia oriental. A la respuesta inmediata de Bukele le han seguido la de otros municipios, incluso el presidente de la AMHON se vio empujado a tener que enviarle una misiva a dicho mandatario para que apoyara con más vacunas al resto de localidades.

La estrategia no solo es la deslegitimar a la actual gestión de la AMHON, sino que ridiculizar al gobierno de Honduras, a su Presidente, por las fallas en el manejo de algunos aspectos de la pandemia, como el asunto de los hospitales móviles y la adquisición de las vacunas. No obstante, ello no justifica la acción divisionista que tiene claros tintes políticos sectarios, no fue algo al azar, los promotores manipularon la necesidad de la ciudadanía de vacunarse para convertirla en un pírrico triunfo de dos tendencias de oposición.

Como paso siguiente de la estrategia muchos alcaldes, de Libre y liberales, han anunciado que con 121 ediles formarán la Asociación de Alcaldes de Honduras, con argumentos populistas, pero que en el fondo fortalece un proyecto más amplio que apunta hacia las elecciones generales de noviembre. Se sabe que hay varios municipios en los que se promueven alianzas entre ambas fuerzas y este proyecto de paralela a la AMHON y de “ninguneo” al gobierno vigoriza y apuntala sus fines electoreros. Si en verdad actuaran responsablemente, comprometidos con el municipalismo, no emprenderían esa acción de dividir a una noble institución por asuntos políticos viscerales e inmediatistas, esa es una acción desesperada que sienta un nefasto precedente para el futuro de la institucionalidad del país.

Esa planificada estrategia de dividir las instituciones la intentaron los mismos actores el año pasado, al pretender convocar ilegalmente a una sesión del Congreso Nacional, con la intención de estructurar una supuesta nueva junta directiva integrada por la oposición, en una acción sin precedentes en la historia política reciente, que en cualquier otro país hubiera tenido serias consecuencias legales.

En distintas tribunas he expresado tajantemente los errores o incapacidades de algunos funcionarios del actual gobierno en el manejo de la pandemia y en este asunto puntual de la parsimonia en comprar las vacunas, ese es un hecho inocultable. No obstante, el que algunos elementos de ciertas fuerzas políticas manipulen mediáticamente la necesidad de salud de las personas por afanes electoreros es una canallada mayor, que la gente decente debe rechazar. Eso de dividir instituciones u organizaciones, solo porque no son de mi partido, es una acción vil, que a la larga no le va a dejar réditos positivos a sus maquiavélicos autores.

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