¡El aniquilamiento de la democracia!

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19 de junio de 2021
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12:02 am
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¡El aniquilamiento de la democracia!

Por: Lic. Gustavo Adolfo Milla Bermúdez

En el cruce de la historia, el hombre no tuvo tiempo de pensar que las formas políticas pudieron haber seguido un derrotero diferente para construir un mundo más armónico y coherente, las formas políticas se adaptaron para servir los factores negativos del hombre; sus instintos, sus intereses sus egoísmos, sus pasiones.

La difícil etapa de los tiempos venideros, estos sectores de carácter político, son los que le dan fisonomía a los diferentes partidos, que a su vez son conservadores, tanto los del Partido Nacional y liberales, aunque siempre se ha dicho que el Partido Liberal es más abierto porque sus pensamientos son de izquierda. Lo que sí es cierto, es que los liberales somos demócratas y el otro partido tiene mentalidad retardataria-dictatorial. En el ciclo histórico debe impedirse para evitar el retorno a fórmulas arcaicas, que no sembrarían más que desolación. Tiempos nuevos exigen soluciones nuevas, pero con hombres nuevos. O los mismos actuales con diversa mentalidad social y política, o los preparados para recibir el futuro. Una organización técnica estatal debe constituirse exprofeso para mantener el reclamo social y político inmediato. Pero necesitamos escapar de los procesos negativos, como el que recién pasamos en las “elecciones internas estilo Honduras”, que hacen triunfar el egoísmo o interés personal del que manda, (“JOH”, el dictador). El pueblo no puede dejarse dominar por el peso de los intereses creados, porque este gobierno está aniquilando la democracia y acabaría por destrozar lo poco que tenemos.

Se nos avecina la época de transición, tanto en el orden social y político guardan en muchos aspectos una estrecha vinculación, y son muy pocas las cosas que le pueden ofrecer al país en su devenir histórico, salvo que se opere una profunda y radical transformación, pero muy dudoso, porque el candidato de la estrella solitaria es un hombre de muy poco conocimiento en política de Estado, siendo que es un ingeniero-comerciante, es títere de “JOH”.

El pueblo tiene la impresión que lo de la estrella solitaria es un sistema anquilosado o estático, sino, por el contrario sufren la acción continuada de una evolución interna atrasada, donde el país se encuentra atrapado en banca rota por el vicio de la corrupción. Los planteamientos de los problemas sociales y económicos no tienen viso de soluciones positivas. Lo que más hacen es mentir, y más mentir, como programa de “Gobierno”.

La vida del hombre en los países de América Latina es efímera y corre sin cesar la muerte. Más en su vida económica actúa de tal manera que no parece añadir un codo más a su vida moral. Las riquezas acumuladas requieren una defensa tenaz y permanente. El capital, afirman, es la felicidad de los pueblos, sin él no hay más que pobreza, ignorancia, enfermedad. El libre juego de las fuerzas individuales, la libre empresa, la ley de oferta y la demanda, todo lleva a la creación de una filosofía, la civilización tecnológica y científica.

Mas no todos los pueblos tienen el mismo índice de riqueza; los hay desarrollados, subdesarrollados y desarticulados, o en lamentables condiciones de miseria.

Medir con una misma doctrina social a todos los pueblos es cometer una aberración intolerable, porque los países industrializados no entregan sus recursos a los países subdesarrollados, sino que los explotan, validos de esas circunstancias, haciendo más difícil su desarrollo y hundiéndolos más en la miseria.

No nos imaginemos una política de grandes masas en el rigor de una estructura capitalista, los países desarrollados no distribuyen la riqueza pública, distribuyen la miseria colectiva. La única forma de afrontar políticas de largo alcance es con créditos o medios estatales poderosos, para hacer menos desigual la distribución de la renta.

El mundo nos ofrece mil soluciones diversas frente a estos tres grupos, el socialismo intervencionista ruso o la democracia con justicia social y el socialismo del siglo XXI. El hecho es que los países latinoamericanos estamos atrapados, sin salida, por la controversia existente de la democracia americana, el socialismo de Rusia y el comunismo chino.

“Querer” destruir un líder liberal como Yani Benjamín Rosenthal, es querer levantar el fuego en las cenizas del pasado histórico. Destruir los sentimientos del pueblo es destruir su alma. (Tengan cuidado).

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