PROBLEMAS DEL DESARROLLO

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20 de junio de 2021
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12:03 am
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PROBLEMAS DEL DESARROLLO

ESTE ha sido, durante decenios, un tema reiterativo que se coloca, venga o no venga al caso, sobre el tapete de las discusiones. Pero rara vez los interlocutores saben algo de economía o de historia económica. Y si saben algo tratan de entrelazar sus escasos conocimientos de los países atrasados, o en vías de despegue, con sus obsesiones ideológicas o fijaciones mentales. Tales ideologías pueden venir de bandos opuestos, al margen de las realidades concretas. Y es que, a sus voceros, por norma general, no les interesan los debates a fondo sobre cómo pudieran construirse las economías reales, de base, de los países cuyas sociedades debieran aspirar, con sinceridad, al empleo masivo y al desarrollo genuinamente integral. Lo único que les interesa son sus dogmas.

Honduras nunca va a poder desarrollarse, integralmente, mientras imperen los dogmas y los tonos dogmáticos en las discusiones. Para empezar nunca se ha investigado ni elaborado una historia económica global de nuestro país desde los comienzos de la época colonial hasta nuestros días. Tampoco se conoce la historia del capitalismo que comenzó a consolidarse, durante todo el siglo quince, en las ciudades del norte de Italia, y desde ahí se fue desplazando hacia otras coordenadas del continente europeo y del mundo, hasta convertirse en el capitalismo mercantil planetario del siglo dieciséis. En el mejor de los casos la historia del capitalismo se conoce mediante nociones demasiado vagas. Algunos autores creen, por meros prejuicios hemisféricos, que el capitalismo comenzó en el siglo diecinueve, bajo solamente el esquema industrial.

En el caso de nuestro país los pocos estudios que se han realizado presentan tres variables: Se estudia el desarrollismo, y los consiguientes submodelos económicos, a partir de la administración presidencial de Juan Manuel Gálvez, hasta llegar a la década del noventa del siglo próximo pasado. En un segundo momento se viaja más atrás en el tiempo y se estudia el “Estado liberal y el desarrollo del capitalismo en Honduras”, propio de los tiempos de la administración de Marco Aurelio Soto y Ramón Rosa. Quizás el estudio más aceptable es uno que parte de los comportamientos económicos ganaderos durante todo el siglo diecinueve, sugeridos, respectivamente, por un autor español ya fallecido, y por un hondureño que vive actualmente en Estados Unidos. El architrillado esquema bananero, conviene dejarlo aparte.

Lo recurrente es que, en las discusiones, a veces acaloradas, sobre el problema del desarrollo, lo que más se ventila son los eslóganes ideológicos. Durante varios decenios se publicaron libros, ensayos y folletos en toda América Latina, sobre la “economía de la dependencia”. Resultaba casi imposible liberarse de esta visión unilateral de los comportamientos económicos latinoamericanos. Más tarde, en el último decenio del siglo veinte, se impuso el esquema del submodelo globalizante de los “ajustes estructurales de la economía”, hasta rayar el disco, tanto de sus partidarios como de sus oponentes. Todos sabemos que aquellas visiones y proyectos terminaron en rotundos fracasos, a pesar de que algunos continúan expresándose con esos lenguajes.

En los diversos abordajes sobre el posible despegue económico y desarrollo humano de países atrasados como el nuestro, se evitan los diálogos acerca de las economías capitalistas que debieran crearse desde las entrañas del pueblo. No incurrimos en ningún pecado al hablar de “capitalismo”, en tanto que inclusive en las potencias que se denominaron “socialistas” o que continúan haciéndolo, se han visto en la circunstancia de abandonar su modelo excesivamente centralista o autocrático, para sustituirlo por economías capitalistas de enclave. No lo dicen. Pero lo hacen. Es decir, los “socialistas” también juegan en las grandes ligas de las economías de mercado.

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