Percepción de la influencia salvadoreña: viejas costumbres, nuevas tendencias

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21 de junio de 2021
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01:21 am
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Percepción de la influencia salvadoreña: viejas costumbres, nuevas tendencias

Adán Hilario Suazo Molina
Coronel de Aviación ®

La principal característica geopolítica de las fronteras, es la influencia recíproca que ejercen los países que convergen en dichos límites territoriales. Lógicamente, el Estado que cuenta con mayor desarrollo y con políticas definidas de proyección de poder, influenciará en el más débil, consecuencia de su nulo o escaso interés en la zona.

Honduras ha sido un país fiel al cumplimiento del deber patrio, de defender nuestra soberanía, no podemos obviar el hecho que nuestros límites fronterizos fueron trazados en la época colonial con las controversias ya conocidas, esto ha provocado conflictos armados, reclamos, juicios y arbitrajes, de los cuales, hemos salido relativamente bien librados. El problema de fondo, son las acciones seguidas después de haber sacrificado: vidas, recursos y esfuerzos, el entusiasmo se aplacó y el impulso se perdió; los territorios recuperados o ratificados ahí están, casi en abandono, es difícil de aceptar, pero fácil de entender, la razón del porqué nuestros compatriotas de zonas fronterizas, no desarrollan plenamente el arraigo y amor patrio.

Para explicar algunas características de la antigua influencia salvadoreña, principalmente en el sur del país, permítanme referir mi experiencia personal al respecto. En mi niñez, en mi pueblo San Lorenzo Valle, a mediados de los años sesenta, recordamos la cantidad de hechos, que entonces para mí era algo normal, desapercibido y de costumbre: los periódicos La Prensa Gráfica y el Diario de Hoy, eran esperados ansiosamente cada mañana, la radio más escuchada era la YSKL, el Canal 4 y el 2 eran los únicos que se captaban en los viejos televisores, los estrenos de la Pascua se adquirían en San Miguel, si había un enfermo de gravedad resultaba más fácil llevarlo a San Salvador, seguíamos el campeonato de fútbol salvadoreño más que el hondureño y así una serie de acontecimientos que opacaban la influencia hondureña en nuestro poblado. Es fácil deducir lo que sucedía y aún sucede en los poblados colindantes a la línea fronteriza.

La pavimentación de la carretera del sur ayudó mucho a la integración de la región al resto del país, poco a poco dicha integración comenzó a tener efecto; pero fue el conflicto bélico de 1969 lo que hizo que los sureños fortaleciéramos nuestro arraigo, la oportunidad de consolidar nuestra nacionalidad se produjo y el vacío dejado por muchos hermanos salvadoreños que se vieron forzados a retornar a su tierra fueron supliéndose con el esfuerzo nacional. Son ampliamente conocidas las arbitrariedades cometidas en este conflicto, cuyas secuelas persisten después de más de cincuenta años.

Quizá este hito, pudo haber sido el punto de partida para fortalecer y desarrollar nuestros poblados fronterizos, pero, tanto tiempo transcurrido ha demostrado que la calamidad persiste y la influencia del vecino arrecia, poco efecto positivo causó la ratificación y adjudicación a nuestro favor, de la mayoría de los territorios en disputa.
Después de la firma del Tratado de Paz y la normalización de relaciones, la influencia fronteriza se ha remarcado, actualmente, las nuevas tendencias están siendo facilitadas por la pobre gestión y desinterés de nuestros gobiernos hacia la zona limítrofe, los proyectos son de limitado efecto, la pobreza y abandono de la zona es evidente, por lo tanto sus habitantes se ven en la obligación de migrar o vivir precariamente en estos poblados, en donde la mayoría de las necesidades son suplidas de una u otra forma por los servicios públicos salvadoreños, principalmente en lo referente a salud y educación, incluyendo sus actividades de trabajo y comercio. ¿Qué podemos objetar a nuestros compatriotas cuando la necesidad y la supervivencia presiona?, lógicamente se busca la tabla de salvación más cercana.

Todos estos hechos y vacíos, son el atractivo, para: la expansión, el crecimiento, el espacio vital de quienes siempre lo han buscado de una u otra forma. El actual presidente del hermano país, ha descifrado perfectamente la situación y nosotros, con nuestra desidia, permisividad, inoperancia y sobre todo el apoyo de un sector poblacional que en su ceguera política no mide los efectos y daño a la patria. En otras palabras estamos concediendo la oportunidad de oro para que la diplomacia de las vacunas, sea la vía de penetración expedita, eliminando varios obstáculos a la vez: desprestigiando a nuestro gobierno, a su vez popularizándose en nuestro ingenuo pueblo y obteniendo por una vía casi gratis la aceptación que le permita incluso influenciar en decisiones que solo a nosotros los catrachos nos compete.

Hay que recapacitar compatriotas, aprendamos de la historia, se trata de convivir como pueblos hermanos, no sometidos el uno al otro.

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