EDUCANDO PARA UN MUNDO QUE YA NO EXISTE

MA
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22 de junio de 2021
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12:25 am
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EDUCANDO PARA UN MUNDO QUE YA NO EXISTE

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HAY mucha gente en España que completa titulaciones universitarias avanzadas y tiene dificultades para encontrar un buen trabajo”. “Y al mismo tiempo, los empleadores españoles dicen que no encuentran a las personas con las habilidades que necesitan”. “Tienes al sistema educativo preparando para un mundo que ya no existe y no haciéndolo para el mundo que estamos viendo emerger”. “Es duro para los padres aceptar que el mundo de nuestros hijos es diferente a la imagen que tenemos del nuestro”. “Pero en eso consiste la educación”. “En preparar a los estudiantes para su futuro, no para nuestro pasado”. (El criterio anterior, ofrecido a un prestigioso periódico español, corresponde al alemán Andreas Schleicher, padre del informe PISA, la mayor y más influyente prueba educativa internacional, organizada por la OCDE). Si hubiésemos omitido el nombre del país sobre el cual hace el diagnóstico, cualquiera hubiese dicho que hablaba sobre el sistema educativo hondureño.

Ahora bien, ¿si eso es allá en España, qué otras valoraciones reprensibles no podrían aplicar a la calidad de la educación nacional? En otra parte de la entrevista plantea otra realidad que, vaya similitud, igual se puede decir del sistema educativo hondureño: “El actual currículo en España tiene, digamos, un kilómetro de amplitud y un centímetro de espesor, y creo que no es bueno para los estudiantes”. “El futuro para España debería pasar por enseñar menos cosas, pero de forma más profunda, generando más comprensión”. “Apilar por ejemplo muchos contenidos de Física y Química por sí solo no va a resultarte de gran ayuda”. “La cuestión es: ¿puedes pensar como un científico, diseñar un experimento?, ¿entiendes el concepto de causa y efecto?”. “Eso es lo más importante”. “Y lo mismo sucede con la Historia”. “Recordar todos los nombres y lugares no te ayuda”. “La cuestión es: ¿puedes pensar como un historiador, entender cómo ha emergido y evolucionado la narrativa de una sociedad?”. “El mayor éxito de la escuela es dar a los jóvenes estrategias y actitudes para que cada día puedan aprender y puedan también desaprender y reaprender cuando el contexto cambia”. (Fin de citas). Conceptos parecidos expresó en una oportunidad Armando Euceda, Director de Posgrados de la UNAH: “Educamos a los jóvenes para un mundo que no existe”.

Y sobre el mismo tema, tanto en el recinto de una de las universidades como en esta columna de opinión ya ratos que planteamos parecidas reflexiones: La necesidad de revisar si lo que se enseña, si el plan de estudios para escuelas, colegios e institutos, públicos y privados, y el currículo académico de las universidades –en fin, comprendido a todos los niveles del sistema educativo– es todavía relevante al mercado laboral. Yendo más allá, ¿si los planes de enseñanza de la actualidad –la naturaleza de las asignaturas para las profesiones que se ofrecen, y la índole de los títulos que se entregan– van a colocar al país en un nivel de ventaja o desventaja respecto a los demás. Ya no de aspirar competir en el mundo, tan solo superar la condena tercermundista. Esta disyuntiva, sobre la que no hay siquiera debate nacional, ni al interior de los centros educativos, ni liderazgo alguno que como iniciativa propia hayan tomado los centros superiores de enseñanza, es todavía mucho más relevante a la luz de la crisis que se atraviesa. (Lo anterior lo expusimos como tema de discusión en un conversatorio sostenido con rectores universitarios. Prepararon un documento. Tenemos entendido que fue entregado a la autoridad. Desconocemos qué fin tuvo).

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