TRABAJOS QUE VAN A DESAPARECER

MA
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23 de junio de 2021
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12:25 am
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TRABAJOS QUE VAN A DESAPARECER

GANADORES Y PERDEDORES

EL editorial de ayer, “Educando para un mundo que ya no existe”, alborotó la curiosidad de los que todavía leen. Quizás haya tocado –aunque dudamos– algún nervio suelto allá donde se toman las decisiones de planes de estudios que siguen las escuelas, colegios, institutos y universidades. Hoy, con esta crisis sanitaria que al mundo le dio vuelta de carnero –aquí en el patio doméstico siguen dando vueltas a la diabla, sin ton ni son, aunque ni sombra de la “segunda vuelta”– los que no evolucionen y se adapten a la velocidad del rayo a las nuevas realidades van a perecer. Motor de todo lo demás –insólito que en Honduras ni siquiera debate haya sobre el particular– la prioridad nacional debiese ser una urgente e innovadora reforma educativa. El pedagogo citado ayer, padre del informe PISA, la mayor y más influyente prueba educativa internacional, daba estos otros lineamientos de chascada sobre dicha reforma: “Hoy, la evaluación de los jóvenes no consiste simplemente en pedirles que reproduzcan lo que saben, sino en decirles: ¿puedes darle sentido a lo que sabes?, ¿puedes aplicar tus conocimientos?”.

Imagínense, y aquí que en la ruralidad pocos pudieron aprovechar las clases virtuales que se impartieron porque nunca dieron el internet gratis que ofrecieron. Los contados que lograron enchufarse fue caminando kilométricas distancias hasta trepar el pico más alto de los cerros para conseguir señal. A propósito de lo que se estudia que de nada sirve para los pocos trabajos disponibles, repetimos párrafos anteriores de una disertación a estudiantes universitarios en Bélgica del autor de “21 Lecciones para el Siglo XXI”: “Muchos se preparan para trabajos de hoy; un trabajo que en el cercano futuro puede desaparecer. Nadie sabe cómo será el mercado laboral en 20 años, solo que será muy volátil”. “Mi sugerencia es no enfocarse en una habilidad muy estrecha y poner todas sus esperanzas allí, ya que muchas de esas faenas podrían estar automatizadas en los próximos años”. “Lo más importante en el siglo XXI es cómo aprender constantemente nuevas cosas y reinventarse a través de la vida”. “Se necesita inteligencia emocional y flexibilidad mental”. “Una carrera o un trabajo para toda mi vida será completamente obsoleto”. Y aquí alude a los sistemas educativos especialmente de los países aletargados. “Necesitamos incorporar esto a los sistemas educativos hoy y no cuando sea tarde”. “Es más difícil enseñar inteligencia emocional que fechas de batallas en historia, o flexibilidad mental que una ecuación de física”. “No hay que ser ingenuos. Va a ser difícil y varios se van a quedar atrás”.

“Sobre todo los más subdesarrollados”. “Un país próspero como Bélgica, podrá invertir en reentrenar su gente y al manejo psicológico de las transiciones repetidas. Pero otros no podrán”. (Yuval Harari). ¿A cuáles creen ustedes que se refiera cuando vaticina que “otros no podrán?”. Regresamos al comentario del alemán en cuanto a la reforma del sistema educativo español que “enseña para un mundo que ya no existe”: “Cambiar el currículo siempre exige mucha valentía”. “Todos nos ponemos muy ansiosos cuando nuestros hijos dejan de aprender lo que solía ser importante para nosotros”. “Y nos ponemos todavía más ansiosos cuando empiezan a aprender cosas que ya no entendemos”. “Es un fenómeno habitual”. “Pero el mundo a nuestro alrededor está cambiando”. “Las cosas que eran fáciles de enseñar y evaluar son también fáciles de digitalizar, automatizar y externalizar, y están desapareciendo de nuestro entorno”. (Fin de citas). Ya que, por lo visto, ninguno de los políticos se muestra interesado en un tema de vida o muerte como este, –de lo que se les escucha hablar es de otras cosas– vamos a plantear una última inquietud: ¿Y aquí, cuándo arrancan?

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