¿La mejor economista de la historia?, una ama de casa pobre
Por: Otto Martín Wolf
Debemos concentrar gran parte de nuestra visión en el nuevo gobierno, con la esperanza de que las cosas cambien, que por una vez en la vida llegue gente más interesada en el buen manejo de las finanzas públicas que en las suyas propias.
Bajo el principio de que haciendo las mismas cosas obtendremos los mismos resultados, hay que empezar con una visión simplificada (y hasta revolucionaria?) del manejo de los dineros del pueblo.
No creo que en las actuales circunstancias quien llegue al poder tendrá la capacidad de aumentar los impuestos, para que la cobija alcance, lo que queda es reducir los gastos y, sobre todo, evitar fugas innecesarias.
Los encargados de las finanzas, con todos los términos raros y las estadísticas y gráficas que nadie entiende fácilmente, deberían de consultar con una ama de casa de la clase más pobre, ella con facilidad les dará la receta de cómo sobrevivir en tiempos críticos, como siempre son los del pueblo.
“Gaste solo en lo indispensable” -diría ella.
Dónde hay dinero para economizar? Si buscamos bien, prácticamente en todas partes; por el momento escarbemos -y apenas muy por encima- en el cuerpo diplomático.
De verdad Honduras necesita tantas embajadas con sus respectivos embajadores y personal acreditado (carísimo) en tantos lugares?
Canadá, que es un poquito más rica que Honduras, no tiene una embajada en cada país centroamericano. Una única sede, ubicada en Costa Rica, se encarga de este país, Nicaragua y Honduras.
Para el resto, en cada nación tienen únicamente servicio consular.
Sabe usted cuántas embajadas tiene Honduras en Europa? Son diez en total: Alemania, Bélgica, España, Francia, Grecia, Holanda, Reino Unido y Suecia, hasta ahí van 8. Y, en el colmo del derroche tenemos dos más; una en Italia y otra en El Vaticano, que quedan en el mismo lugar! El Vaticano está dentro de Roma! Se puede llegar a pie en menos de cinco minutos, incluidos tres para comer una tajada de pizza en el camino (del sabor que desee).
Creo que un nuevo gobierno, en lugar de diez, debería dejar únicamente una -donde sea más conveniente- que brinde servicio a todo ese continente y, para lo demás, utilizar oficinas consulares, también no en todos los países, solo donde en verdad puedan ser de utilidad para Honduras, no para los amigos políticos que son quienes generalmente ocupan esos cargos.
Una idea: dónde viven más hondureños en Europa? Posiblemente en España… listo!,
pero, sobre todo, donde ese embajador múltiple se gane su sueldo haciendo lo que más necesitamos… consiguiendo inversión para Honduras, (secretamente tengo que decirlo… también tratando de obtener ayuda).
Asia, Sudamérica, Medio Oriente, África… creo que Honduras puede economizar mucho dinero; no se necesitan todas esas embajadas y, además, no podemos pagarlas, aunque podamos.
Como diría esa ama de casa, “gaste solo en lo indispensable”.
Prometo seguir escarbando.
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