La increíble desigualdad pone en peligro la democracia hondureña

MA
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7 de julio de 2021
/
12:57 am
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La increíble desigualdad pone en peligro la democracia hondureña

CARLOS MEDRANO
PERIODISTA
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Existen diferentes conceptos de democracia, entre ellos el que dice que es una forma de organización del Estado, en la cual las decisiones colectivas son adoptadas por el pueblo, mediante mecanismos de participación directa o indirecta que confieren legitimidad a sus representantes.
Otros señalan: que la democracia es un sistema de gobierno que permite que la ciudadanía exprese su opinión y sea escuchada. La palabra democracia proviene de dos vocablos griegos: “demos”, que significa pueblo, y “kratos” gobierno, es decir, el gobierno del pueblo.

En efecto vamos a elecciones cada 4 años, votamos por candidatos a cargos de elección popular de nuestra preferencia, los escogemos para que estos nuevos gobiernos resuelvan la crisis, no la compliquen o la incrementen, que mejoren las condiciones humanas en un país cada vez más pobre.
Cuando escogemos a un gobierno cada 4 años, tenemos el propósito de que esa administración mejore las condiciones de vida de cada hondureño, que sea un gobierno que nos escuche, que nos atienda, que brinde lo más elemental para que cualquier coterráneo, desde el más humilde hasta el más rico, tengan igualdad de oportunidades para salir adelante.

Hoy Honduras se encuentra en condiciones verdaderamente paupérrimas; número uno, por una secuela de malas decisiones, que durante nuestra vida democrática las han tomado la clase política, sin importarles lo que el pueblo opine o piense, agravados por una pandemia COVID-19, que desnudó un sistema de salud frágil y corrupto, además de dos tormentas tropicales, que pusieron de rodillas al país entero.
Honduras es el país con mayor desigualdad de América Latina, y si a esto le agregamos que existen cálculos como el de la ONU, que proyecta que 34.3 millones de personas podrían caer en la pobreza en el mundo, producto de la pandemia del COVID-19, el panorama es cada vez más sombrío.
La base de datos del Banco Mundial muestra que los primeros cinco países en el ranking de la desigualdad son africanos, seguidos por cinco latinoamericanos y Honduras es el primero de América Latina.
Entre los 14 más desiguales a nivel global figuran Honduras, Colombia, Brasil, Guatemala, Panamá y Chile.

La pobreza se vincula con el ingreso medio de una sociedad, mientras que la desigualdad con la distribución. No hay una relación lineal entre ambos. Por eso se puede tener países pobres muy desiguales, pero también países de ingresos medianos o de altos ingresos, como Brasil o Estados Unidos, con altos niveles de desigualdad.
Según una de las últimas estadísticas proporcionadas por el Banco Mundial, Honduras tiene un 64.5% de la población en una situación de pobreza y un 42.6% en extrema pobreza (menos de 2.5 dólares al día), lo que, en mediciones internacionales representa una desigualdad del 53.7.

Un indicador letal para Honduras será la educación de los más pobres, ya que la disparidad es tal, que los niños más desposeídos solo acceden a cuatro años promedio de educación, mientras que los más ricos tienen 10 años y más, cifras que se profundizan cuando se compara la desigualdad en zonas rurales y urbanas.

Evidentemente que la democracia en Honduras no está cumpliendo el objetivo para el cual fue implementado en el país, ya que los resultados son evidentes, más pobreza, más desigualdad, elecciones con exageradas denuncias de irregularidades, menos calidad de vida, una sociedad sin objetivos claros, en fin, la desigualdad está poniendo en peligro a la democracia.

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