El personal penitenciario recibirá la primera dosis de la vacuna gracias a donaciones y gestiones de la Sesal.
Más de 640 personas privadas de libertad del Centro Penitenciario de Santa Rosa de Copán, Copán, recibieron la primera dosis de vacuna contra la COVID-19, al igual que el personal asignado al establecimiento, informaron las autoridades del Instituto Nacional Penitenciario (INP).
Los primeros en ser inoculados fueron las personas mayores de 50 años, con enfermedades base o con discapacidad, y luego se vacunó al resto de los internos y personal penitenciario, por instrucciones de la Secretaría de Salud (SESAL).
El coronel, Rony Javier Portillo dijo que “desde el mes de enero se venía coordinando con la Sesal la vacunación de toda la población penitenciaria a nivel nacional”.
“Ya tenemos inoculadas a todas las personas del Centro Penitenciario de Santa Rosa de Copán y en los próximos días se terminará el mismo proceso en el Centro Penitenciario de Olanchito, Yoro”, detalló.
Las jornadas de vacunación se están realizando con el personal médico de las regiones sanitarias en todos los establecimientos, dijo Portillo.
MAÑANA EN TÁMARA
Indicó que el viernes 9 de julio se comienza a vacunar a la población del Centro Penitenciario Nacional de Támara (CPNT) y la Penitenciaría Nacional Femenina de Adaptación Social (PNFAS), y en los siguientes días se extenderá a los centros con mayor cantidad de población penitenciaria.
Según cifras oficiales, en el establecimiento de Támara conviven 5,810 personas privadas de libertad y en PNFAS hay 928 mujeres.
Las autoridades coordinan también con el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) la vacunación del personal penitenciario afiliado a nivel nacional.
