“Hondureñito” de dos años se salva de morir asfixiado

SAN PEDRO SULA. Un niño hondureño de apenas dos años de edad vivió momentos de horror, cuando los inmigrantes con los que viajaba en el interior de un tráiler comenzaron a gritar y a golpear las paredes porque se estaban asfixiando, cuando transitaban por una carretera de Veracruz, México.

Al escuchar el alboroto, uno de los “polleros” detuvo el camión y les abrió la puerta, lo que originó que muchos salieran en estampida.

Cuando las autoridades del Instituto Nacional de Migración de México llegaron al sitio, encontraron a unos ocho migrantes dentro del vehículo, intentando reponerse.

Afuera estaba el niño, sin camisa, entre ropa y comida tirada alrededor, y junto a él yacía un hombre muerto, aparentemente uno de los migrantes que se venía asfixiando y que apenas alcanzó a bajar del camión para morir en el suelo.

ESTÁ BAJO CUSTODIA

De inmediato, el pequeño Wilder fue puesto bajo custodia del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF Nacional), entidad que se ha encargado desde ese momento de su protección, alimentación e incluso asistencia psicológica. Actualmente está en un refugio en la ciudad de Jalapa, Veracruz.

El abogado Raúl Matamoros, embajador de Honduras en México, informó que al padre del niño, Isidro Ladino, lo ubicaron en una estación migratoria de Tuxtla Gutiérrez, capital del vecino Estado de Chiapas.

“Cuando le preguntaron qué había pasado, dijo que a él lo habían drogado y que no recordaba nada de lo sucedido”, explicó el diplomático.

Sin embargo, a su criterio, lo que sucede en estos casos es que como van siendo guiados por traficantes, cuando se ven expuestos a ser descubiertos por las autoridades, abandonan a los menores para mantener el vínculo con el “coyote” y no perder la “garantía” de que van a cruzar.

“El niño se encuentra bien de salud. Posiblemente lo lleven en un vuelo comercial, custodiado, para ser entregado al Dinaf y luego ser entregado a la madre”.

SALIERON DE COPÁN

Explicó que el niño salió con su padre de la comunidad de San José Miramar, municipio de Cabañas, departamento de Copán, el 25 de junio.

Dos días después cruzaron la frontera mexicana y casi desde ese momento perdieron comunicación con la madre del pequeño, Lorena García.

Entrevistada por medios internacionales, esta dijo que habían dispuesto que el padre se llevara al infante porque han escuchado que es más fácil cruzar cuando se viaja con menores.

Explicó que la necesidad empujó a su esposo a marcharse porque donde viven solo trabaja ocasionalmente como jornalero, labor por la cual le pagan 100 lempiras diarios.

Ellos tenían como meta llegar a Virginia, Estados Unidos, pero ahora las autoridades mexicanas ya preparan el retorno del niño vía aérea, mientras que el del padre tendrá que esperar un poco más para ser devuelto a Copán por tierra.