Esto no es Fuenteovejuna

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14 de julio de 2021
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01:46 am
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Esto no es Fuenteovejuna

Ricardo Alonso Flores

Lope de Vega, escritor clásico español, es el autor de una famosa obra teatral basada en un acontecimiento ocurrido en un pueblo de la provincia de Córdoba.El comendador, Fernán Gómez de Guzmán (sic) era un gobernante arbitrario, que abusaba de su poder y atropellaba a quien se le pusiera por delante. En la obra, pretende tomar por la fuerza a una doncella del lugar y cuando esta contrae matrimonio, busca arrebatársela a su esposo.Lo demás es muy conocido y el pueblo entero toma por asalto su casa y le da muerte. Todos los habitantes se ponen de acuerdo y cuando llega la autoridad a ver cómo había sucedido, a la pregunta de “¿quién mató al comen-dador?”, recibe por respuesta: “Fuenteovejuna señor”.Aquello fue recibido como un acto de justicia, una rebelión colectiva ante la conducta del funcionario, fuera de las leyes y censurable por demás.

Si comparamos este pasaje del Siglo de Oro con lo acontecido en el poblado cholutecano de Santa Ana de Yusguare, no podemos encontrar parangón, habida cuenta que en primera instancia estaba la autoridad policial para averiguar lo sucedido entre un anciano de la localidad y un ciudadano italiano, por lo que no cabía el recurso de la llamada justicia por propia mano.Lo grave de todo esto es que lo admitamos o no, Hon-duras ha entrado en un período de violencia, de usar la fuerza por todo, como dirían en España “por un quítame allá esas pajas”. Es una intolerancia inexplicable, algo que no había sucedido en nuestro país por largo tiempo, cuando se decía que era un país tranquilo, bondadoso, poco dado a la pelea.

No sé cuál fue la posición de la Policía local, porque se dice que entre la muerte del señor de avanzada edad y la del italiano, pasaron tres días.Pero lo más lamentable es lo que está pasando fuera del país, cuando los medios de información, que suelen ser duros con nosotros y no nos pasan una, han dado cuenta de lo acontecido, lo que seguramente traerá consigo una serie de implicaciones.Por principio de cuentas, Italia y el mundo nos verán como un país de salvajes, eso no nos lo quitamos de encima. Luego, de poco servirá la excelente labor que hizo recientemente el canciller Rosales Banegas en Italia, promocionando a Honduras como país abierto a la inver-sión, así como es receptor de miles de los nuestros que se ganan con su trabajo buenos sueldos.De igual manera, hace pocos años una compatriota radicada en Italia salvó de la muerte a una niña italiana que estuvo a punto de perecer, con riesgo de su propia vida. Ello le valió el reconocimiento de grandes sectores de esa nación, por un gesto que fue catalogado de heroico.

Los autores materiales nunca pensaron en el daño que le estaban haciendo a Honduras, por lo que es preciso averiguar a fondo el hecho para dejar constancia que somos –o pretendemos serlo– un país de leyes.Santa Ana de Yusguare se ha puesto en el mapa del mundo, pero de qué manera.Algo habrá que hacer para frenar esa ola de violencia que tanto daño nos está causando. Alguien diría: “esta no es mi Honduras, que me la han cambiado”.

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