Volviendo a los tiempos de la Ley del Talión

MA
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14 de julio de 2021
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01:35 am
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Volviendo a los tiempos de la Ley del Talión

Ivonne Tábora

La antigua Ley del Talión, viene del latín lex talionis, un principio jurídico que significa la imposición de un castigo, que debe ser igual al crimen cometido, expresión materializada en las Sagradas Escrituras, en el libro de Éxodo, del Antiguo Testamento al referirse al “ojo por ojo y diente por diente”. Remontándonos a la época antes de Cristo, en el año 1750, también existía un código Hammurabi que eran un conjunto de leyes antiguas, con gran repercusión en el Imperio Babilónico, aplicando la Ley del Talión. Pero este principio o ley, queda sin valor en el Nuevo Testamento, con el sermón de Jesús de Nazareth en el Monte, escrito en Mateo 5: 38-39, en donde habla del amor a los enemigos, “Oísteis que fue dicho, ojo por ojo, diente por diente, pero yo os digo: a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra”.

Es tan vieja esta ley, que es increíble que aún se esté usando en este siglo, y sobre todo que la estén practicando en nuestro país.Hace apenas unos días escuché en los medios na-cionales e internacionales, una triste noticia, sanguinaria, grotesca, inverosímil, etc., una turba de alrededor de 600 pobladores de un municipio del sur del país, bajo el discurso que estaban tomando justicia por su propia mano, dieron muerte, a punta de pedradas y machetazos a un ciudadano de origen italiano, alegando que este había matado a un indigente de ese sector.Una patrulla de la Policía se hizo presente, al parecer, al lugar de los hechos, tratando de dialogar y hacerles entender a los cientos de pobladores, que se tenía que realizar un procedimiento de investigación sobre la acu-sación que se había realizado en contra del extranjero.Haciendo caso omiso y enardecidos los pobladores de Yusguare, arremetieron contra la propiedad y perte-nencias, y luego le arrebataron la vida al extranjero, con toda la frialdad y cálculo del mundo, y hasta un video grabaron para hacerlo circular en redes sociales, como si era una gallina la que estaban matando.

Tuve la oportunidad de ver el terrible video que tras-cendió, sentí vergüenza, pena y mucha aflicción, sobre todo, me dejó impactada, me pregunto qué sentimientos invadieron a estos personajes, para cometer tan terrible acto, independientemente, si el ahora occiso hubiese sido culpable de dar muerte al poblador sureño, el actuar de esta población, es reprochable.Esta noticia ha creado un impacto mundial, nueva-mente nuestro país ocupa primeras planas en diarios nacionales e internacionales por hechos violentos, pero lo que nos debe preocupar más, es que este suceso que ocurrió, pueda repetirse.Las iglesias, sectores de sociedad civil, organizaciones y autoridades competentes tienen un papel fundamental que cumplir, ya la Policía Nacional informó, a través de un comunicado, que hay sospechosos detenidos; ¿pero la parte humana y espiritual dónde queda en estas personas?, nada excusa un acto de esta magnitud, ni la llamada impunidad se puede usar para matar.

Un acto tan lamentable como este, no debe dejarse pasar como una nota roja más, tanto la muerte del ex-tranjero como la del humilde poblador sureño, deben ser investigadas y atrapar a los responsables, ambos no se merecían morir de tal manera. Yo llamaría a la reflexión y bueno, levantarnos a realizar una jornada de oración, sin distinción de religiones, pidiendo perdón por estas cosas que pasan en el país y ojalá no sigan pasando, supliquémosle a Dios por nuestra Honduras.“Por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará”, dice la Palabra de Dios, ya se está cumpliendo, por eso es tiempo de volver nuestro corazón a él.

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