Donaldo Reyes Avelar, diputado de la tercera edad

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18 de julio de 2021
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12:02 am
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Donaldo Reyes Avelar, diputado de la tercera edad

Por: Juan Alberto Lara Bueso
(Embajador en retiro)

Titulo así este escrito, como una remembranza de este notable hondureño, abogado y político auténtico, diputado del Congreso Nacional en varios períodos, por el departamento de Santa Bárbara. Ha sido de los legisladores más propositivos con iniciativas de impacto social, económico y de gobernabilidad.

Su formación de profesional del Derecho la orientó a la disciplina de la seguridad social, habiendo obtenido su especialización en el Centro de Formación de la Seguridad Social de Madrid. Esta disciplina académica le permitió ser de los creadores de los sistemas de jubilaciones y pensiones de los empleados y funcionarios públicos y del magisterio.

En su primer período como diputado, propuso un proyecto de una ley muy novedosa para una clase social que entonces no la identificábamos como de las más desprotegidas, por no decir ignoradas en el país. Se trataba de la “Ley de Tratamiento Especial para Personas de la Tercera Edad” que introdujo en 1991 y que logró su aprobación legislativa en 1993, después de luchar con algunos sectores privados que se oponían por los beneficios establecidos. Comenta mi amigo Donaldo que algunos personajes lo cuestionaban porque estaba regalando lo que no era suyo. Otro lo tildó de comunista porque quería quitarle sus ganancias para dárselas a otros. Además del reconocimiento, protección y respeto de las personas adultas mayores, la ley contempla descuentos en los servicios públicos, en la adquisición de medicinas y equipos quirúrgicos, consultas, tratamientos y hospitalizaciones; igualmente en restaurantes y hoteles, espectáculos públicos, servicios funerarios, tarifas en el transporte, impuestos de bienes inmuebles y sobre la renta. Muchas personas que se opusieron a los beneficios de esta ley, ya los están gozando.

En el 2007, el Congreso Nacional decretó la “Ley Integral de Protección al Adulto Mayor y Jubilados”, pero conservó los derechos esenciales de la ley que Donaldo había elaborado y presentado en 1993.

También el diputado Reyes Avelar redactó y apoyó otras importantes iniciativas de ley. Presidió la comisión para la redacción de la Ley General de Minería, habiendo realizado esfuerzos para consensuar el texto final con las bancadas del Legislativo, que fue aprobada en el año 2013. Fue un incansable defensor e impulsor de la autonomía, modernización y descentralización del régimen municipal. En reconocimiento a esta labor, la Asociación de Municipios de Honduras nominó su Asamblea Nacional 2016 “Donaldo Reyes Avelar”. Ese mismo año, el señor Carlos Miranda, alcalde de Comayagua lo homenajeó por su apoyo a los municipios.

En el ámbito cívico cultural, Reyes Avelar elaboró el proyecto de la “Ley de Festivales de Música y Canto y Exaltación a la Naturaleza”, aprobada en 1997. El entonces gerente de COHDEFOR, Rigoberto Sandoval Corea, lo apoyó en esta iniciativa y puso a su disposición al ingeniero forestal Arnaldo Bueso.

Donaldo ha sido siempre un ciudadano probo con una trayectoria intachable en su vida pública y privada. Fue de los primeros habitantes de la colonia Miraflores, una de las primeras de clase media de Tegucigalpa, siendo vecino desde siempre de su primo “Loncho” Castro Reyes y de su paisano patepluma, Noé Pineda Portillo.

Para la familia Reyes Villela, el año 2020 ha sido de los más dolorosos e irreparables para todo ser humano. Su esposa, su hijo y él mismo, se infectaron del mortal virus covid-19. A pesar de los esfuerzos médicos y de la fuerza y fe por recuperarse, lamentablemente Thelma su esposa falleció y a los pocos días la acompañó a la vida eterna su hijo Donaldo Antonio. Thelma, originaria de Ocotepeque, fue maestra abnegada, una dama noble, de profunda convicción cristiana que le permitió ser guía de personas y familias. Donaldito como cariñosamente le digo, fue un empresario y solidario con las causas sociales, desempeñando la Vicepresidencia de la Liga contra el cáncer de San Pedro Sula. Luis Fernando y Gabriela, dos jóvenes emprendedores y también dedicados a las causas justas, acompañan a su papá dándole todo el cariño y apoyo.

Hace pocos días, con mi esposa Julieta, lo visitamos en la comunidad de Horconcitos, perteneciente al municipio de Zacapa, a pocos kilómetros del Lago de Yojoa, en la carretera de Pito Solo a Santa Bárbara. Ahí ha estado durante la pandemia, en una propiedad campestre que con sus hijos adquirieron como lugar de descanso y encuentro familiar. Horconcitos es un lugar pintoresco y tranquilo, el que Donaldo conoció cuando se identificó la mejor ruta de la carretera entre el sur y centro del país hacia Santa Bárbara, de cuya obra fue de los principales impulsores.

Esa visita se convirtió en una jornada de conversaciones emotivas y a la vez de nostalgia, por la ausencia física de dos miembros de la familia. Lo encontramos muy recuperado físicamente y fortalecido espiritualmente, con una lucidez en sus conocimientos y pendiente de lo que está sucediendo en nuestro país, con la incertidumbre del actual proceso electoral y de otras situaciones inciertas, en un ambiente de confrontaciones, de corrupción y violencia que como nunca ha estado la población hondureña.

Solo Dios y la conciencia y conducta de ciudadanos honestos y correctos como Donaldo Reyes Avelar nos podrán deparar un devenir promisorio, que desearíamos en el año del Bicentenario de la independencia patria.

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