Por: Gustavo A. Milla Bermúdez
“El bueno, el malo y el feo”, es una película que se cambió con nuevos actores, revolucionó y evolucionó la pantalla grande de Hollywood. Para entretener al mundo con espectáculos de acción al estilo del Viejo Oeste. Es una historia de alegría para los cineastas.
En Honduras tenemos los verdaderos “el bueno, el malo y el feo”. El hombre de los sentimientos nobles como principio de filosofía cristiana de hermandad con el prójimo y con pensamientos de amor y de razón, como lo es Yani Benjamín Rosenthal, para poder vivir en paz y prosperidad. Ya llegó el momento del cambio con Yani Benjamín Rosenthal, “no hay otro”, él es el “bueno”.
Todos los hombres honrados y honestos como el líder del Partido Liberal, Yani Benjamín Rosenthal, se preguntan: qué está pasando en el concierto de los países latinoamericanos con la ola de corrupción como cáncer y flagelo que está diezmando a los pueblos, atropellando y violentando los derechos humanos, además de hipotecar y vender la patria. “Este es el malo” de la estrella solitaria.
Se dice que hay más buenos que malos, pero el hecho es que el malo le hace daño al bueno y le entierra en su corazón el miedo y pánico, y por eso se cree que el mal está conquistando al mundo.
Creo que los días que estamos viviendo son parecidos a los de “Sodoma y Gomorra” en el monte de Sinaí, donde Jehová le habló a Moisés y le entregó los Diez Mandamientos, mientras otros celebraban con el becerro de oro, como su Dios. Fue entonces cuando el Mar Rojo se abrió para salvar de la persecución del faraón, que terminó hundido en el fondo del Mar Rojo.
Hoy en estos días hay persecución política contra el hombre correcto en sus acciones, para el bien común. La libertad y la democracia la están aniquilando los dictadores como Nicolás Maduro, Raúl Castro, en la Cuba comunista; el pueblo se está muriendo de hambre y el coronavirus está en su festín. Lo mismo está pasando con la pareja de dictadores, que son la mujer perversa y el malvado de Daniel Ortega. Pongan las barbas en remojo todos esos corruptos, ladrones y vende patria. El caso de Haití fue por lo mismo que están haciendo ustedes los bárbaros, la justicia divina viene, no lo duden.
Honduras es un país de contradicciones, es donde hay más pobreza y hay más millonarios, es una paradoja; es lleno de adversidades absolutas, país donde se habla de libertad y democracia y su gobernante de filosofía dictatorial, violando constantemente la Constitución y demás leyes estatuidas en la Carta Magna. La libertad y la democracia que se viven en Honduras son igual a lo que viven Venezuela, Nicaragua y Cuba. Los tres poderes del Estado están consolidados en las manos del autócrata Juan Orlando Hernández y las otras ramas del poder con sus camarillas de la estrella solitaria. La Policía y el Ejército, más la camarilla de la estrella solitaria bailan al son del “indómito” de Gracias, bebiendo timoshenko y cususa.
Por eso el feo se adelantó, “Papi a la orden”, es el feo que no está de acuerdo con las ZEDE, pues ya se le dio vuelta la tortilla. La carrera política la veo muy fea para él. El pueblo tiene conciencia de su propio destino, su psicología no lo engaña. Pronto, muy pronto tendremos, el 28 de noviembre, un cambio en las urnas, que son la voz del pueblo y cantarán el himno de victoria con su líder Yani Benjamín Rosenthal. No hay otro, fuera
La historia solo se cambia con hombres honrados y honestos, con valores morales y con dignidad. No con hombres paradójicos de doble reputación y de sentimientos negros y “tóxicos”.
Existe un imitador de JOH, el poder vuelve loco al ignorante y vuelve estúpido al tonto. Dice el imitador, que dentro de cuatro años él será presidente. Pues ojalá le quede algo para vender, aunque sean retazos de la patria o las aguas termales de Gracias.
¡Con Yani Benjamín Rosenthal, Dios y el pueblo están con él!
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