Derechos de nacimiento

MA
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20 de julio de 2021
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01:19 am
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Derechos de nacimiento

En principio si hay algo por lo cual alzar las manos y gritar ¡ALELUYA! Es porque nacimos como seres humanos. Amigos; no somos perros ni gatos ni ratones, somos la más sublime expresión del amor, sabiduría e inteligencia de nuestro hacedor. No se si alguna vez se han detenido a pensar en lo que significa que seamos seres humanos… yo sí; Soy valiosa, creativa, llena de talentos y habilidades, dotada de un cerebro maravilloso e incomprensible, soy intuitiva, tengo personalidad, soy superior en diseño a muchas cosas que me rodean, tengo la capacidad de cambiar y evolucionar según mi voluntad, un mundo de posibilidades esta a mi alcance por solo ser de esta bendita raza humana. Algunos podrían decir que pienso bastante engreídamente de mi misma, lo cierto es que creo exactamente lo mismo de todos mis iguales… no somos cualquier cosa, tenemos derechos de nacimiento que ninguna otra especie tiene; derecho a una mente y cerebro genial, a disfrutar a cabalidad de un mundo espectacular, derecho a exigir de la vida lo que nuestro hacedor nos ha dado. Hay leyes naturales que solo el ser humano puede explorar, desarrollar y usar a su favor en una intensidad simplemente inaccesible para las otras especies; claro que una ardilla puede guardar semillas para su sustento, pero no he visto un refrigerador en un árbol, por supuesto que los pájaros pueden volar, pero… ¿hasta la luna? ¿y sin alas? He visto pequeños peces hacer unos lindos diseños en el fondo del mar, pero nunca comparable con la escultura de “La Piedad” de Miguel Ángel. ¡Somos especiales señores! Que preciosidad de realidad es esta. Dicho todo lo anterior, es interesante observar como muchos de nuestra especie desperdician dones tan exquisitos perdiéndose en vicios, crimen y vidas miserables en todo sentido. ¿Qué paso con estos nuestros hermanos? ¿es que nadie les contó lo que poseían?
Estaba escuchando una ponencia acerca del cerebro y el expositor citó a un filósofo norteamericano en un pensamiento que literalmente me conmovió hasta lo mas profundo de mi ser, no pude evitar que mis ojos se llenaran de lagrimas y tener que tragar saliva intentando no descomponerme. Ese pensador Estadounidense dijo: “La peor tragedia que puede ocurrirle a un ser humano es nacer y no encontrar a nadie en el camino que le ayude a descubrir su verdadero potencial y desarrollarlo” a lo mejor ustedes esperaban algo mas conmovedor, pero lo que pasó por mi cabeza inmediatamente fueron casos como el de Helen Keller (niña ciega, sorda y muda) y su institutriz Anne Sullivan, quien la guió hasta convertirse en una referencia mundial en temas de superación; se graduó con honores en Harvard, fue oradora principal entre presidentes y reyes, incluso hasta se han hecho películas de su vida que han sido ganadoras de premios de la academia. Y que decir de aquel muchachito de color, violento y catalogado como el tonto de la clase, que, porque un maestro de Ciencias vió en él algo especial y lo estimuló, se convirtió en el mejor neurocirujano del país, me refiero al doctor Ben Carson, el primero que logró separar a los siameses sin que murieran en la mesa de operaciones y por quien se han beneficiado miles de personas que han sufrido de tumores cerebrales. Yo podría escribir kilométricamente si buscara ejemplos que comprueben mi punto, lo cierto es que me duele mucho pensar que muchos vienen a este mundo y no se encuentran con una institutriz o un maestro de ciencias que les abran la mente para descubrir sus derechos de nacimiento.

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