Hacia nuevo paradigma educativo
Por: Noé Pineda Portillo
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El pasaporte es un documento con validez internacional expedido por las autoridades de su respectivo país, que acredita un permiso o autorización legal a una persona para que salga o ingrese. Este documento sirve como garantía para la acreditación de la identidad y nacionalidad de las personas de cada país, permitiendo viajar de manera internacional.
El pasaporte tiene un aspecto físico similar en todos los estados y siempre contiene datos personales como nombre, apellidos, número individualizado o fotografía. Cuando se viaja a otros países, en el documento del pasaporte se pone un sello donde queda acreditada la visita (visa) de ese país, con una finalidad de control fronterizo.
Una especie de pasaporte se usaba en tiempos bíblicos cuando presentado un recibo de impuestos, los comerciantes, transitaban con sus caravanas de una ciudad a otra. En tiempos de los musulmanes, en el califato islámico medieval, una especie de pasaporte para los viajeros y comerciantes, era mostrar un recibo de impuestos pagados (azaque). ¿De dónde viene la palabra pasaporte? A finales de la edad media era común ostentar “carta de solicitud” o “salvoconducto” para misiones oficiales. Esa carta fue llamada “passe cort”, lo que en francés significaba “pasar por un puerto”, ya que los viajes internacionales se hacían en veleros. La necesidad del pasaporte tomó carta de naturaleza después de la Primera Guerra Mundial en 1920. Hoy, el pasaporte tiene más vigencia que nunca.
Por eso, hoy, nos llena de satisfacción y alegría, la noticia que nos trae Noticias de Taiwán (12/7/21), donde nos muestra que el pasaporte de la República de China (Taiwán) es uno de los que permite más movilidad en el mundo, ocupando el puesto 31 entre los pasaportes más poderosos del mundo. La clasificación de la nación taiwanesa se elevó un puesto, según el más reciente estudio de la consultora británica Hanley & Partners. Japón sigue encabezando la lista -según este Índice Hanley- por cuarto año consecutivo, ya que los titulares de su pasaporte tienen acceso a 193 destinos sin visado, seguido de Singapur, Corea del Sur y Alemania.
Admirable, llegar a esos niveles de movilidad mundial, cuando se trata de un país amigo a quien debemos tomar de ejemplo en su progreso económico, político y social, así como en otras actividades que dignifican su identidad nacional.
Cuando uno observa en nuestro propio país estas situaciones como debilidades, y nos preguntamos cuándo iremos a salir del atolladero de retraso en que estamos. No nos queda más remedio que mantener la esperanza que la diosa corrupción, al fin la alcance el virus covid-19 y la mate para siempre.
