Por: Jairo Núñez
En el año 2016 la famosa revista estadounidense Tra-vel+Leisure publicó un artículo en donde nuestro morado billete de dos lempiras figuraba como el más bonito del mundo de un listado de 16 monedas participantes. Sin embargo, la publicación no menciona que el personaje que aparece en ese billete es el doctor Marco Aurelio Soto, expresidente que durante su mandato se implementa el mayor número de políticas innovadoras, todas orientadas a mejorar las condiciones de la población básicamente en tres variables demográficas claves: salud, educación y el incentivo a la migración selectiva al país para atraer la in-versión extranjera. Esto se conoce en la historia de Hondu-ras como la Reforma Liberal.
La Reforma Liberal surge como una respuesta, una solu-ción para resolver por medio de políticas gubernamentales los profundos problemas que hasta ese entonces no ha-bían sido resueltos: un sistema de salud obsoleto, total-mente colapsado y un sistema educativo anticuado, al esti-lo colonial, que no respondía a las necesidades formativas modernas que necesitaba el país ya en esa época. Sumado a lo anterior, el país se encontraba totalmente incomuni-cado, y la inversión cada vez era menor. ¿Acaso lo anterior no se asemeja a la situación actual de nuestro amado país? Sí, y es que el doctor Soto al haber vivido y estudiado en Guatemala, el país más desarrollado en aquel entonces, traía consigo ideas y aires de modernidad.
Toda época trae consigo nuevos retos en tecnologías, exi-gencias en los mercados, en educación y en salud. En ma-teria de salud la pandemia lo ha dejado claro; la Reforma Liberal de 1876 fue una respuesta a las exigencias de ese contexto, pero desde entonces no ha habido cambios sig-nificativos. Tristemente visitar un aula de una escuela esta-tal es como viajar en el tiempo y remontarnos a la época infantil, sin importar nuestra edad. Más lamentable resulta tener que pisar un hospital estatal, hay dos decisiones al llegar con una enfermedad: uno se sana o se muere con solo verlos. La poca inversión nacional y extranjera no re-sulta suficiente para atender el alto desempleo.
Si bien es cierto que la Reforma Liberal, no solamente trajo consigo cambios en políticas de salud, educación y atrac-ción de inversión, son estos tres elementos los más impor-tantes a resaltar dado que son los que promovieron un cambio a nivel de país. También es cierto que no hubo un seguimiento a estas políticas por las constantes luchas en-carnizadas que se dieron por tomar el control del país a finales del siglo XIX e inicios del siglo XX. Durante la segun-da mitad del siglo pasado hubo muchos avances en mate-ria de políticas sociales, sin embargo, no fueron suficientes ante una población que crece a ritmo acelerado y ante la globalización.
Por todo lo anterior necesitamos apuntar hacia la Reforma Liberal 2.0: primero lo urgente, modernizar el sistema de salud del país, la pandemia puede servirnos de guía y maestra para agilizar las mejoras pertinentes. Una pobla-ción con un sistema de salud eficiente se siente segura y confiada. Luego, modernizar el sistema de educación, adaptarlo a los nuevos requerimientos, introducir cursos de programación, otros idiomas, ventas, negociación e inteligencia emocional para que no nos derrotemos cuan-do entre más adversidad. No podemos quedarnos atrás. El mundo ahora avanza a ritmos exponenciales, ya no es un crecimiento lineal como en siglos anteriores.
Una vez que ya se tenga resuelto el problema de salud y educación, con expertos en el área, viene el siguiente pa-so: promover políticas orientadas a la atracción de capitales extranjeros. Honduras por su posición geográfica tiene una ventaja competitiva altamente privilegiada con acceso a los dos océanos, una potencial plataforma logística mundial. Un inversionista necesita seguridad jurídica para su capital, esto significa que el Estado sea un ente que provea esa seguridad, más no uno controlador. Por lo tanto, la mejor estrategia para atraer capitales extranjeros es sencilla: reducción de impuestos y apartarse. Sí, apartarse lo más que se pueda.
Para lograr este último punto es fundamental un Estado mínimo, eficiente, sin mucha burocracia porque los prime-ros años que se implementen estas políticas no habrá mu-cho ingreso en materia de impuestos, pero una vez que estas políticas avancen, los resultados hablarán por sí mis-mos. Sanos, educados, con acceso a trabajo y a poder em-prender sin tanto trámite, ¿qué más podríamos necesitar? Todo es voluntad y consistencia. Sí hay luz al final del túnel, pero para esto se requiere un consenso de país, dejar atrás tanto antagonismo. Este plan que hoy presento co-mo Reforma Liberal 2.0 no es algo nuevo, ya se ha hecho en otros países y con mucho éxito, entonces, ¿por qué no podríamos nosotros?
