Tiempos idos…

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24 de julio de 2021
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12:02 am
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Tiempos idos…

Aquellos pocos autos que recorrieron las descongestionadas callejuelas tegucigalpenses a principios de siglo pasado.

¡HOLA, HOLA! Amables lectores aquí y allende fronteras. En la Honduras de acá y de allá. Para un RELAX en medio de tanta noticia funesta y ambiente tóxico por tanto daño -en todos los aspectos- que nos ha hecho esta maldita pandemia.

La tertulia se armó en cualquier café de la capital. Los parroquianos conversan animadamente saboreando un “aromático”. Como queriendo dar vuelta atrás, como presenciar en reverso una película. La de sus vidas. Se solazan en el relativo relax, comentando aquellos tiempos idos que quizá fueron mejores.

Hoy, entre tanta sangre, muerte, delincuencia, temor, incertidumbre, zozobra que vivimos la población ante tanto suceso desagradable, viene bien darse una vueltecita por aquel pasado que no volverá.

Se regocijan saber –algunos ya peinando canas- que vivieron mejores tiempos. Aquellos años que si bien es cierto los problemas siempre existieron, no fueron de la magnitud a los que soportamos ahora.

Hoy. Ahí por “La Hoya”, estrechas callejuelas. Evocan un pasado calmo que contrasta con el infierno vehicular de hoy.

¿TE ACORDÁS?

“¿Te acordás cuando jugábamos potra en La Isla? Murió Cándulo informa alguien. Por allá otro: me acuerdo de “el choco” Rodrigo, del “palancón” de Rogelio, de Manuel “el ñurdo”, del “seco” de Ítalo, del “dribling” del Mariano, de “lomo de teja”, de “luz baja”, de aquel “no es cacha”, de “what it is”, ja, ja, ja, ja…

El tiempo y los recuerdos se esparcen entre aroma fraterno. La lluvia se asoma como queriendo participar. Sigue la tertulia.

“Estudiábamos -dicen- en la México (escuela que quedaba en los predios desaparecidos del antiguo campo La Isla, cercano al estadio Nacional). Al salir de clases, la respectiva potra no podía faltar. Después de la gran sudada nos tirábamos a bañar al río”.

“Ayer (martes 20) fue Día de Lempira. Yo estudié en la Escuela Lempira de Comayagüela vecina de la Argentina. Creo que ni el ministro de Educación se dio cuenta de esta fecha”, comenta otro.

“Después de las potras y la bañada cada quien para su casa porque había que llegar temprano. Si no, nuestros padres nos castigaban. Eran tiempos de la obediencia al pie de la letra de las órdenes de nuestros progenitores.

Nuestros maestros -continúan- eran nuestros segundos papás, les debíamos obediencia y respeto. ¿Qué de eso hay ahora? Preguntan.

-Nada, papa.

-Por eso estamos como estamos…

Viejas revistas. A la venta en cualquier acera del mal llamado “casco histórico” para el que gusta de la buena lectura del pasado.

HISTORIA DE REVISTAS DEL AYER

Como queriendo acobijar esos viejos sentimientos de tiempos idos, mucha gente emprendedora, buscando ganarse el pan de cada día de manera honesta, pone sus puestecitos ambulantes.

El producto a vender: Viejas publicaciones de revistas, pasquines y libros que desde antaño deleitan a los ávidos amantes de la buena lectura.

Una señora anuncia, a los transeúntes, viejas revistas, como las míticas Selecciones de Reader`s Digest y Vanidades de los 50, 60, 70, 80, 90.También valiosas obras de nuestros sobresalientes próceres como Francisco Morazán, intelectuales como Medardo Mejía (ediciones de Óscar Acosta), Ramón Oquelí y Roberto Sosa.

Nos dicen que los precios varían día a día, pero que, por unos 50 lempiras se llevan varias de ellas.

En épocas pasadas nuestras madres y abuelas gozaban de la buena lectura de Selecciones de Reader`s Digest. De paso nos ponían a leerlas para que aprendiéramos cultura general.

Aquí un poco de su historia. Del nacimiento de la hoy mítica e internacional revista. Para estas nuevas generaciones.

Con la ayuda de un crédito provisto por 1,500 suscriptores -a razón de $3 dólares cada uno- William Roy DeWitt Wallace publicó el primer número de Reader’s Digest un febrero de 1922 en Estados Unidos.

Desde esa época hasta ahora, selecciones se ha traducido a múltiples idiomas y por ende conocida mundialmente.

Histórica.1949. Aquel legendario campo La Isla en donde se dieron infinidad de platos futbolísticos en todas las categorías. Al fondo, la Escuela México, el recién construido estadio Nacional…

VERSIONES

En la actualidad, se publican 50 ediciones diferentes cada mes y se pueden encontrar versiones hasta en 21 lenguas distintas. Todas enmarcadas en el mismo espíritu: inspirar, compartir historias y ver el lado positivo de la vida.

La revista modernizó sus plataformas digitales e hizo su relanzamiento creando una comunidad de lectores que navegan constantemente en el portal www.rdselecciones.com. Su logotipo también se modernizó actualizado a las nuevas tendencias.

Al ser Selecciones una de las más leída del mundo, no es raro que este hecho se habría de repetir en nuestro medio, a pesar de los medios tecnológicos disponibles hoy día. Aunque se sustenta que “al hondureño no le gusta leer” y que aquí cualquier escritor “se muere de hambre”.

Aunado al trágico atraso que nuestros jóvenes han experimentado con esto del cierre de escuelas y colegios por la tal pandemia.

Los parroquianos que gustan de estas lecturas prefieren las ediciones “viejas” de Selecciones y Vanidades con aquellos logotipos, con aquella imagen de tiempos idos. Algunos temas parecen ser actuales.

Héroes del ayer. La niñez y juventud (50, 60) se deleitaba leyendo estas mágicas historietas de Batman y Robin.

Y…

Mientras tanto, transitamos entre la vorágine del tránsito vehicular por nuestras estrechísimas y congestionadas calles capitalinas. Sin ningún agente de tránsito que lo regule.

Los carros pasan a rueda lenta. Mientras ahí quedan estos rincones que nos refrescan que los recorrieron a pie nuestros ancestros.

O más de algún abuelito acaudalado, hoy recordado con estas líneas, a bordo de su Ford o Chevrolet de aquellos años conduciendo en el ahora mal llamado “casco histórico” de la capital. Siempre descuidada y desorganizada en todos los aspectos.

No queda nada por el paso inexorable del tiempo. De aquella apacible, cálida y más segura Tegucigalpa. Con sus transeúntes a paso tranquilo. Acariciados por la suave brisa perfumada por los abundantes pinares del cerro El Picacho que le ponían color al paisaje ambiental. Hoy desforestado como muchos otros.

Solo quedan los recuerdos. Y alguien exclama: ¡Que tiempos idos…!

Y por hoy hasta aquí. Les dejamos otra HUELLA imborrable en el ya pedregoso camino de un largo trajinar.

Vanidades. Otra de las preferidas.

QUE DIOS NOS CUIDE A TODOS.

(Comentarios y más a mi correo: [email protected] y en mi muro de FB Carlos Arturo Matute)

EL PENSAMIENTO DE HOY:
“Un pueblo sin el conocimiento de su historia pasada, su origen y cultura, es como un árbol sin raíces”.

MARCUS GARVEY
Periodista jamaicano (1887-1940)

Selecciones de Reader´s Digest. Edición de 1956.
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