LO PROMISORIO DEL SUR

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25 de julio de 2021
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12:43 am
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LO PROMISORIO DEL SUR

CONOCEMOS las enormes potencialidades adormecidas en la esplendente región occidental de Honduras. Por el lado oriental sabemos, además, que Olancho, durante la segunda mitad del siglo diecinueve y comienzos del veinte, se proyectó como la subregión ganadera más importante de todo el istmo centroamericano, exportando carne salada, ganado en pie y cueros semi-procesados, hacia Guatemala, Belice y la ciudad-puerto de La Habana, Cuba, desde donde los productos se redistribuían hacia el resto de las islas del Caribe, al grado que la carne salada llegó a colocarse en el lejanísimo mercado del Barrio Latino de París, Francia. Y es que los ganaderos de antaño (esto incluye a los de Danlí) poseían una visión cultural de larga distancia, que hemos perdido en el curso del siglo veinte. Porque además de mercancías agropecuarias, el oriente de Honduras regalaba al mundo buenos cuentistas, poetas, profesores y articulistas.

Sobre la zona norte hay poco que agregar. Las compañías bananeras domesticaron y urbanizaron los pantanos; produjeron, comercializaron y exportaron la fruta en grandes cantidades. E instalaron ferrocarriles creando centros de trabajo por doquier. Es más, los obreros agrícolas eran los que recibían los más altos salarios en Honduras. Esta fue la dinámica hasta por lo menos la primera mitad de la década del setenta del siglo pasado.

Lo difícil es divisar, ahora, “la pródiga tierra” que sugería el poeta olanchano, en la subregión sur del país, por la ausencia de lluvias, la sequedad del paisaje y las limitaciones portuarias de los últimos tiempos. Sin embargo, vale la pena recordar que Amapala, en el Golfo de Fonseca, desde mediados del siglo diecinueve fue percibida por los viajeros y representantes de las dos potencias mundiales de aquel entonces, como uno de los posibles puertos más importantes del continente en todo el Mar Pacífico.

Por Amapala entraron los “colonos” europeos que, invitados por los gobernantes hondureños, trajeron iniciativa capitalista con el objeto de instalar casas comerciales e industriales en Choluteca, Nacaome y en otros municipios. Algunas de las primeras fábricas hondureñas se instalaron, precisamente, en la ciudad de Choluteca, estableciendo sucursales en otros puntos de la parte centro-oriental de Honduras. Mercado que fue obstruido por los acontecimientos devastadores de la Segunda Guerra Mundial.

Más tarde, cuando las relaciones diplomáticas entre Honduras y El Salvador fueron “armoniosas”, los empresarios salvadoreños cultivaron y produjeron, en la zona sur, cantidades industriales de algodón y sandía, a fin de exportarlos a su país de origen. Naturalmente que un pequeño porcentaje de aquellos productos se quedaba en el mercado interno de nuestro país.

La planicie costera del sur del país es mayormente seca, con jícaros y amates por aquí y por allá, que sombrean la hostilidad del paisaje. Pero, para algunos historiadores, se vuelve pertinente recordar que Choluteca ha sido importante desde los comienzos de la época colonial, en tanto villorrio situado sobre una encrucijada histórica y geográfica, como punto de intersección de los viejos caminos reales de Nicaragua, Honduras, Guatemala y El Salvador. Pero también es importante por el cultivo y mercadeo de variedades de melón, y luego por el reciente florecimiento de la industria semi-intensiva del camarón, que hace un par de décadas fue clasificada como “una de las mejores del mundo”. La producción camaronera y salinera de la costa sur, se relaciona íntimamente con los bosques de manglar y sus respectivos humedales, todavía subsistentes.

Esta subregión localizada en el famoso “corredor seco” de Honduras es propicia, también, para otras actividades de acuicultura como la tilapia, de gran valor nutritivo y con satisfactorias oportunidades para el mercadeo interno e incluso la exportación. Esto demuestra que cuando se coloca voluntad, creatividad e iniciativa, el ser humano puede incluso producir en los desiertos y en los semi-desiertos más áridos, como se ha demostrado en otras partes del globo.

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