Por: Nery Alexis Gaitán
Por el bien de los hondureños la respuesta es afirmativa. Es vital la celebración de las elecciones para salvaguardar el Estado de derecho, el sistema democrático y las instituciones que lo avalan. Ya que es el camino del desarrollo y la paz que debe prevalecer en nuestro país.
Pero hay políticos a los cuales no les importa que el país colapse y se genere violencia que a todos nos afecta. Desde ya andan pregonando que el proceso de las elecciones está en peligro y ponen de excusa desde el coronavirus hasta la no aprobación del presupuesto faltante al CNE.
Y es que en este organismo la representante de Libre, Rixi Moncada, y la liberal, Ana Paola Hall, han hecho una alianza, arrinconando al representante nacionalista y están manejando este organismo de acuerdo a sus intereses partidarios.
Por un lado dicen que les falta dinero y por el otro plantean alternativas al momento del conteo y recepción de resultados que dejan mucho que desear y no se percibe transparencia. Ya se habla del “tabletazo”, comprar tablets directamente, sin licitación alguna, para que se manden los resultados; pero ya sabemos que eso solo es posible en las ciudades, y en muchos lugares no hay acceso a Internet, y eso deja por fuera una gran cantidad de votos, incluyendo los rurales.
Pero la oposición siempre anda tras el caos. Sobre todo los del partido Libre, hoy dicen una cosa y al rato otra completamente diferente. Con la aprobación del presupuesto que está solicitando el CNE, el cual ya se había consensuado entre las tres bancadas importantes, el martes pasado: “Libre votó en contra del dictamen para aprobar 800 millones adicionales al CNE, votó en contra del préstamo al Registro Nacional de las Personas (RNP), para agilizar entregas de la nueva identidad y votó en contra de que el CNE pueda comprar equipo tecnológico para las elecciones generales”.
Y siguen los dimes y diretes, ahora es que no aceptan que el vocero oficial en las elecciones generales sea el presidente del CNE, algo insustancial. Y de nuevo el dueño de este partido, Manuel Zelaya, ahora plantea que hay que volver al conteo de votos del pasado. Disparate sin fundamento, cuando de lo que se trata es de mejorar y dar resultados confiables en el menor tiempo posible.
Lo cierto es que estos políticos solamente andan en busca de obtener beneficios personales y no están interesados en el bienestar común. Por ello encuentran problemas a cada paso, donde deberían ser parte de las soluciones.
Esa es precisamente la tragedia de nuestro país, que está gobernado por políticos mezquinos, indolentes al dolor de los pobres. Y, sobre todo, corruptos, que desde siempre han saqueado los bienes del erario nacional condenando a vivir al pueblo en la miseria.
Y lo lamentable es que, sin importar las ideologías, los corruptos están en todos los partidos políticos. Y mientras la corrupción no se detenga, en nada cambiará la vida de los pobres, que son los que siempre pagan, enfrentando una amarga vida, lo que hacen los deshonestos.
En este momento que andan con sus cantaletas sobre si habrá o no elecciones, el pueblo debe estar atento y analizar el comportamiento de estos individuos para que los castiguen en las urnas. Urge que el pueblo sea más beligerante, que luche por sus derechos y le pida cuentas a todos los políticos, quienes al fin y al cabo son sus servidores, y no sus amos.
Por eso, en las elecciones generales, el pueblo debe votar conscientemente y no botar su voto, tal como ha sucedido en el pasado. En noviembre próximo se les debe dar una lección a estos políticos que no aman a su patria.
¡Hay que votar por el bienestar de todos los hondureños!
