inicio de la pandemia, se dudaba mucho de que pudiese coexistir con el confimamiento y la escasa o nula vida social. Más no fue así y la vanidad sobrevivió junto al virus, y esa millonaria empresa ha logrado sobrevivir contra viento y marea.
El lápiz labial sólido se inventó en el siglo X en Medio Oriente, durante la Era de Oro islámica. Tenía forma de crayón y estaba envuelto en seda, así que era frágil y no era fácil de trasladar. Muchos historiadores atribuyen su creación al cosmetólogo árabe Abual Qasim al Zahrawi. Con esa historia milenaria, dificilmente desaparecería, pese a que el Covidnmantuvo los labios fuera de vista por el uso de mascarillas y las órdenes de aislamiento.
Eso, en consecuencia, perjudicó las ventas de lápices labiales en 2020. Pero los vendedores de maquillaje afirman que el destino de este producto básico de la cosmética está empezando a cambiar a medida que más personas se vacunan y el ritmo de las interacciones sociales se acelera.
Según las últimas cifras de la empresa de estudios de mercado IRI, que rastrea los datos de los puntos de venta en los comercios, las ventas de lápices labiales alcanzaron los 34,2 millones de dólares, en las cuatro semanas que terminaron el 18 de junio, un 80% más que
en el mismo periodo del año anterior.
Sin embargo, no alcanzaron los niveles anteriores a la pandemia, que superaban los 40 millones. Una gran cadena mayorista afirmó que el lápiz labial es el producto de mayor rendimiento y venta en todos los segmentos de los cosméticos, y que las ventas de lápiz labial se destacaron en su último trimestre.
Afirmaron que los compradores estaban mostrando una fuerte preferencia por los lápices labiales de larga duración y a prueba de manchas que no se borran tan fácilmente debajo de una mascarilla. Más recientemente, afirmaron que los clientes están eligiendo colores brillantes como los morados o los azules, así como los marrones de moda, en lo que llamó una “oportunidad para que los clientes expresen una vez más su singularidad”.
