Gustavo Alfaro revela “hechos inéditos” a su paso por la administración pública
TRAS EL TELONes el sugestivo nombre del libro que recién acaba de salir a luz y cuyo autor es el licenciado Gustavo Adolfo Alfaro Zelaya, un profesional muy conocido en Honduras, en el que relata, con lenguaje sencillo y franco, toda una serie de importantísimos “hechos inéditos” a su paso por la administración pública y que a su juicio no deberían quedar ocultos para la sociedad hondureña.
El libro es una autobiografía en la que Alfaro Zelaya nos habla de su niñez y juventud, de su vida estudiantil y su activa participación en movimientos de oposición; de su etapa como locutor y de sus inicios como dirigente de base del Partido Liberal, que incluso lo llevaron a la cárcel durante unos cien días; pero también de cómo logra colocarse en la empresa privada y en cuadros de dirección de ésta y, por supuesto, de su dilatada carrera en la administración pública en la que ha sido diputado al Congreso Nacional y al Parlamento Centroamericano (Parlacen) y ministro de diferentes carteras en gobiernos liberales, aunque también colaboró con administraciones nacionalistas.
Alfaro Zelaya empieza relatando que muchos amigos y miembros de su familia lo alentaban a que escribiera
sobre los hechos más importantes de su paso por la administración pública. “Me aconsejaban que buscara y contratara los servicios profesionales de un escritor o que por lo menos revisara el trabajo que yo escribiera. Decidí no hacerlo porque aún cuando no soy un escritor, se perdía la autenticidad del mismo y después de analizar las consecuencias que podrían generarse, he tomado la decisión de plasmar en este libro los hechos que no deberían quedar ocultos y que podrían resultar interesantes para la sociedad hondureña”.
En sus escritos, Alfaro no se anda con medias tintas para definir que “la administración pública es una selva, ingrata; las felicitaciones se reciben en privado, pero las críticas se hacen en los medios de comunicación”. Y así es como narra, con lujo de detalles, esos “hechos inéditos” que él conoció de primera mano como servidor público, resaltando las consabidas presiones que los militares a lo largo de décadas han ejercido en el país y particularmente en la llamada era democrática durante los gobiernos de Roberto Suazo Córdova, José Azcona
del Hoyo, Rafael Leonardo Callejas, Carlos Roberto Reina, Carlos Roberto Flores, Ricardo Maduro, Manuel Zelaya Rosales, Porfirio Lobo Sosa y el actual, Juan Orlando Hernández.
En TRAS EL TELON, obra ilustrada con interesantes fotografías y documentos que “el hombre del bucle” — como
afectuosamente le llamaban los periodistas a Gustavo Alfaro cuando era figura de indiscutible influencia en sus épocas de servidor público–, recalca que “nadie puede quejarse de mi paso por la administración pública” y que por esa razón circula a pie y solo por las calles de Tegucigalpa, sin ningún temor.
“Yo diría que no tengo enemigos”. El autor de TRAS EL TELON, que está a la venta en Metromedia de Mall Multiplaza y en Zpango de El Dorado, concluye confiando que “si en algún momento presté mis servicios profesionales al país en gobiernos que no eran de mi partido, lo hice en aspectos puramente técnicos y profesionales, jamás traicionamos nuestros principios y militancia, más fue por amistad y porque en la escala de valores de mi conducta como ciudadano, primero está Honduras y en ese sentido estaba contribuyendo a mi país”.
