Cuba

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4 de agosto de 2021
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01:12 am
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Cuba

Irving Guerrero

Antes del triunfo de la Revolución, Fidel Castro manifiestó: “no hay comunismo ni socialismo, somos una democracia representativa, con justicia social, en una economía planificada”. Agregó: “ya lo he dicho muy claramente, nosotros no somos comunistas”. Poco después, ya consolidado en el poder manifestó “soy marxista-leninista y lo seré siempre”. Tiempo después preguntó a sus seguidores ¿cuál es el nombre de nuestro partido en Cuba? A lo que él mismo respondió, Partido Comunista de Cuba.

No obstante las viejas y nuevas mentiras, hemos podido apreciar la evolución de Cuba, y su papel exportador de revoluciones. A simple vista, se palpa el futuro de cualquier país aliado de Cuba: todos se esmeran por construir un sistema de salud funcional y un sistema de educación que además de operativo esté a la orden del sistema político. Además, los países afines a Cuba buscan expropiar la propiedad privada y el control de la economía, destruir la iniciativa empresarial; amplían la empleomanía estatal entre sus seguidores, la eliminación de la libertad de prensa y de los partidos políticos opositores. Todo encaminado a la fundación de una autocracia gobernada por un líder, semidios, con poderes absolutos cuyo criterio está fuera de cualquier duda. Todo lo anterior ha sucedido en Nicaragua y Venezuela.

En Honduras, la ideología pro Cuba/ Venezuela/ Nicaragua la representa el Partido Libre. Su proyecto político fue basado en una “cuarta urna”, para una arbitraria e ilegal consulta para perpetuar la reelección de su líder supremo. Este proyecto fue derrocado por las fuerzas que se oponen al socialismo/comunismo. A estas alturas vale manifestar que la existencia del Partido Libre, es completamente válida, y es normal y correcto en una democracia, que sea parte de un proceso electoral donde los votantes tienen la libertad de escoger libremente su sistema de gobierno. Esa libertad no existe en Cuba, Nicaragua o Venezuela. Es imperativo que como contrapeso político a Libre, deben existir fuerzas democráticas, cuya oferta esté basada en el respeto a la propiedad privada, independencia entre los poderes, sana gobernanza, libertad de prensa y asociación, así como alternancia en el ejercicio del poder.

Los españoles se retiran de Cuba después de la guerra con los Estados Unidos en 1898, y le siguen varios años de control militar por parte de los norteamericanos. Logrando su independencia formal en 1902. Tuvo algunos presidentes que le dieron un rumbo y crecimiento económico, hasta que llega la dictadura de Fulgencio Batista, quien fue presidente constitucional desde 1940 hasta 1944, pero gobernó como dictador hasta 1959; con el apoyo de los norteamericanos.

En 1959, culmina la Revolución cubana encabezada por Ernesto Guevara, Fidel y su hermano Raúl Castro. Forman un gobierno comunista alineado con la Unión Soviética, de quien reciben armas, municiones y misiles, culminando en la crisis de 1962. Cuba sigue su camino revolucionario exportando su modelo a America Latina, apoyando abiertamente a los soviéticos en Afganistán, Polonia, Angola, Ethiopia, Nicaragua y El Salvador, a cambio de los subsidios que sustentaron su economía hasta 1991, posteriormente Venezuela se convierte en su mecenas.
La presencia de Cuba como “satélite” soviético, que en su momento mostró la capacidad de atentar contra la seguridad del territorio de los Estados Unidos, es un tema que siempre será vigente para los norteamericanos. Incluso, con las recientes revueltas en Cuba, Rusia y China han advertido a los Estados Unidos, indicando, que no deben intervenir en la isla. Hoy, Cuba es un país con una economía destrozada, no por el embargo norteamericano, si no por la falta de la iniciativa privada que fue destruida por las incautaciónes y expropiaciones. Cuba subsiste por los remanentes de la limosna rusa y venezolana, pues no tiene un modelo que permita que el individuo prospere a pesar de sus avances en educación y salud, ya que a lo más que pueden aspirar en un puesto de gobierno son 10 dólares mensuales.

La democracia es un sistema imperfecto, que nos permite elegir y ser electos, a la vez propicia un permanente proceso de prueba -error- corrección. La realidad de Cuba es el futuro de los gobiernos izquierdistas del trópico. El que vote por Libre debe saber que esa es la oferta electoral socialista. Una oferta que nace con mentiras y termina en el fracaso, como Cuba.

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