Observatorio Cultural: El penúltimo sueño de Juan Ramón se hace realidad

MA
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4 de agosto de 2021
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12:49 am
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Observatorio Cultural: El penúltimo sueño de Juan Ramón se hace realidad

Jubal Valerio Hernández

Así lo llamo yo, porque cuando una persona concibe un proyecto de gran magnitud, sueña, aun estando despierto, en sus diversos aspectos y cómo lograr se convierta en una realidad concreta, tangible.
Eso es lo que le está ocurriendo a Juan Ramón Martínez, con el Proyecto del Bicentenario de la Independencia Nacional, que va tomando forma, día con día, a pesar de los múltiples obstáculos que se le aparecen en el camino, casi cotidianamente.

Desde el año 2020, de manera oficial, entró en funciones la Comisión del Bicentenario cuando se juramentó a Juan Ramón por parte del canciller de la República como su coordinador general, con rango de Embajador Extraordinario. Son muchas las actividades que se pretende realizar con motivo de celebrarse este año los doscientos años de que Honduras se independizara del yugo español. Van, desde grandes proyectos estatuarios y monumentales, hasta la edición de las obras más importantes del quehacer literario hondureño, cuento, novela, historia, oratoria. Y otros más que sería prolijo enumerar.

Pero, con toda seguridad, el objetivo más importante de esta conmemoración y el cual ya se logró con gran éxito, es la organización de 294 comisiones municipales, en las que están integradas las autoridades edilicias de cada circunscripción municipal y las fuerzas vivas de las mismas. Esta es la parte toral del proyecto, concebido como un movimiento que surge de las bases poblacionales para subir hacia el epicentro de la celebración, o sea, la capital de la República. Estas comisiones ya se encuentran en plena actividad, desarrollando diversos actos culturales y proyectos, que ponen de manifiesto el fervor patriótico del pueblo hondureño.

En la personalidad de Juan Ramón Martínez se aprecian de manera patente, dos características; su gran capacidad de trabajo y su arrogancia, como él mismo lo reconoce. Gracias a ello, es que él ha logrado salir adelante, desplegando una multifacética actividad, que abarca su labor como columnista y editorialista de varias publicaciones periodísticas, tanto en el ámbito de la prensa como en el de la televisión. Aparejado a esto, continuamente escribe y publica libros sobre distintos géneros y temáticas. Además de haber ocupado algunos cargos importantes en diversos gobiernos, se ha desempeñado también como presidente de varias organizaciones gremiales y culturales, entre las últimas cabe mencionar la Fundación Clementina Suárez. En la actualidad se desempeña como director de la Academia Hondureña de la Lengua (AHL) y la Coordinación General de la Comisión del Bicentenario.

Pareciera que él se siente más a gusto en la AHL, que en la Comisión del Bicentenario. En la primera entidad, él cuenta con un personal que se conduce con eficacia y lealtad en el desempeño de sus labores. Digamos, de paso, que Juan Ramón ha podido manejarse con mucha habilidad en el Congreso Nacional y en la Secretaría de Finanzas, para que se le provean los recursos económicos que hacen posible esta hermosa realidad. No ocurre lo mismo en la Comisión del Bicentenario, en la que si bien el Gobierno de la República ha creado una partida para el pago de un personal que no es de excesivas dimensiones, pero que le aporta un apoyo especializado, indispensable para el éxito del proyecto, no le han llegado en forma oportuna ni en cantidad suficiente, los fondos necesarios para el desarrollo de los diversos proyectos y actividades.

Es solo recientemente, que se está materializando esa ayuda en un monto que todavía no se puede calificar de óptimo. De allí, que el desencanto de Juan Ramón a veces se manifiesta como un reclamo hacia el personal que lo rodea, pero con la funcionalidad del diálogo que prevalece en el seno de la comisión, las cosas se van aclarando y ha sido posible seguir empujando la carreta. Además, se está obteniendo un importante apoyo de las organizaciones gremiales empresariales, como el COHEP y varias corporaciones. Para algunas actividades y proyectos específicos.

Juan Ramón, no es monedita de oro. Tiene admiradores y adversarios. Entre los primeros no siempre se aprecia espontaneidad o prontitud en manifestar su apoyo de forma oportuna. Entre los segundos, se puede apreciar que no escatiman oportunidad para dispararle todo tipo de dardos y denuestos.

Y así, Juan Ramón Martínez está logrando que se haga realidad su penúltimo sueño. Él ha dicho, que al concluir este megaproyecto de alcances todavía insospechados, no volverá a aceptar cargos o responsabilidades de esta magnitud y que se dedicará exclusivamente a sus actividades periodísticas, y, literarias. Pero, con sus 80 años cumplidos, Juan Ramón continúa en la brega y creo que todavía contaremos con él por un buen rato. A menos que Dios tenga otros planes, pero esperamos que estos se manifiesten en darle más vida y, para continuar por varios años más en su labor cultural.

Tegucigalpa, M.D.C., 31 de julio 2021

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