Darwin Valladares, artista nacional: No puede ver rostros pero consuela corazones (Video)

Darwin Valladares es un ciego guitarrista que se ha convertido en un símbolo de alegría del popular mercado Jacaleapa de Tegucigalpa. Su música consuela las pérdidas de los locatarios debido a la pandemia y a los clientes por la inflación de precios. El área de comidas es su escenario donde todo mundo espera por su música. Llega a las 10 de la mañana, de lunes a domingo, y sin más demora comienza su amplio repertorio de todos los géneros musicales. La gente le recompensa con aplausos y con algo de dinero en una vieja colecta de plástico. Desde los 6 años supo que podía expresar sus emociones a través de la música, ahora, a sus 42, ha aprendido a conocer la solidaridad de los corazones porque no puede ver rostros. “Dios nos quita una facultad pero nos da otros dones”, dice este artista del pueblo lleno de felicidad cada vez que toca una melodía sin que nadie sepa la dura realidad de su vida cotidiana. Drama, superación y solidaridad, resumen esta historia.

¿Desde cuándo canta?
Mire, empecé a cantar desde que yo tenía 14 años pero mi inquietud nació desde más pequeño escuchando a mi papá tocar la guitarra con unos tíos y entonces dije yo también tengo que aprender.

¿Y cómo aprendió a tocar la guitarra?
Gracias a Dios pues tuve la oportunidad de ir a una escuela a los 6 años y allí, con los profesores, tuve el chance de recibir las clases de música, aprender a tocar guitarra, concertina, teclado y otros instrumentos.

¿Siempre toca en este mercado?
Aquí me llevo cantando, gracias al apoyo de muchas personas que vienen a comer acá y también a los dueños de los comedores.

¿Le va bien?
No me quejo, porque uno no debe ser malagradecido, en realidad, paso agradecido con Dios, agradecido porque me sorprende con muchas cosas. No es fácil ser ciego, tito.

¿Nació ciego o tuvo un accidente?
Nací ciego, pero déjeme decirle que mis padres hicieron todo lo que estuvo en sus manos para que yo recuperara la vista, me trajeron al Hospital Escuela, me revisaron los médicos, pero lamentablemente no se pudo.

¿Le costó aceptarlo?
Mire, lo que Dios hace es bien hecho, no yo soy de las personas que reniega, Dios nos quita una facultad pero nos da otros dones, como en mi caso, no puedo ver, pero puedo tocar y cantar.

¿Qué se siente ser ciego?
Es difícil, no le voy a negar que me gustaría ver pero como le repito, yo no reniego. Si hubiera una posibilidad de recuperar la vista, la pagaría cantando un millón de canciones sin parar, aunque sea un ojo.

¿Vive de la música o tiene otros ingresos?
Como le decía, empecé esta carrera a los 14 años, le estamos dando duro porque tengo mi hogar, aparte de eso, como le digo, también, le ayudo a mi mamá, que pasa mal de salud.

¿Tiene algún apodo?
No, aquí todo mundo me conoce como Darwin y como llevo muchos años cantando aquí, todo mundo dice busquemos al amigo Darwin para que nos cante.

¿Cómo llegó a este mercado?
Primero, llegué cantando en la parada de buses de aquí (de este mercado es la terminal de los buses hacia El Paraíso) pero los amigos me dijeron que mejor probara en los comedores del mercado y así fue como llegué.

¿Y cómo lo han tratado aquí?
Como le decía, gracias a Dios, la gente de los comedores, doña Gloria, Vilmita, “El Chino” y todos los demás, me tratan con mucho cariño y muchos clientes cuando voy caminando en la calle me dan jalón.

¿Cómo lo pueden contactar?
Me pueden llamar al 9603-7805, yo animo cualquier evento, ya lo he hecho en Valle de Ángeles, por ejemplo, Santa Lucía y la Villa San Francisco.

¿Ha estado en grupos musicales?
Siempre he andado solo, a veces, vienen aquí algunos conjuntos y yo los acompaño,
otros me buscan para que los asesore porque dicen que canto y toco bien aunque yo sé que no soy perfecto, porque perfecto solo Dios.

¿Cuántas canciones se sabe?
Mire, me sé muchas canciones, más de mil, creo, pero las de Marco Antonio Solís son mis favoritas.

¿Cómo se las aprende?
Tengo un amigo que, cuando salen canciones nuevas, lo contacto y él me las consigue por internet, así me las aprendo a pura memoria.

¿Practica en su casa?
Claro, hay acordes que no lo puedo tocar porque el artista canta la canción a su manera, pero a mí no me sale, entonces, tengo que darle otra tonada.

¿Ya se vacunó?
Sí, la primera dosis, estoy esperando la segunda.

¿Recibe el bono del gobierno para las personas con discapacidad?
Mire, el bono del año pasado no me lo dieron por un error que hubo en mi nombre y todavía no me lo han arreglado.

¿Hay apoyo para los artistas hondureños?
En Honduras hay mucho talento pero no hay apoyo, el gobierno no tiene una partida para apoyar a los artistas, no solo de la música, sino, para otro tipo de artistas.

¿A qué horas llega aquí?
Vengo a las 9:30 de la mañana y me voy a las 4:00 de la tarde. De lunes a domingo, porque cierran por la tarde.

¿Cómo hace para trasladarse de su casa?
Vivo en un lugar que se llama Ciudad de España, me vengo y me voy solo en el bus, uso un bastón para guiarme.

¿Cuántas canciones canta en un evento?
Yo le canto toda la noche, sin parar, porque hay músicos que cantan una canción, luego se echan su cigarrito para ganar tiempo, pero yo no.

¿Pertenece a alguna asociación?
Sí, a la Unión de Ciegos de Honduras.

¿Tiene hijos?
Sí, estoy casado y dos hijos.

¿Conquistó a su esposa con la música?
Más o menos, los dos pertenecemos a la asociación, nos conocimos en las reuniones, ella tiene una discapacidad en las piernas y un día de relax comenzamos a platicar.

¿Qué le dicen sus hijos de su ceguera?
Bueno, ellos están estudiando, el muchacho este año se gradúa y el hermano el otro año, son muchachos sanos y nos dicen que ellos nos van a cuidar cuando comiencen a trabajar.

¿Platica mucho con ellos?
Siempre hablo con ellos y les digo que el anhelo de su mamá y el mío es que se gradúen, que sean profesionales para que se defiendan por si el día de mañana su mamá o yo nos toca partir de este mundo.

¿Cómo ha pasado la pandemia?
Dios es bueno porque aquí estuvo cerrado un buen tiempo pero mi esposa trabajaba en ese tiempo en el centro de salud, así que ella compraba la comida, luego, abrieron aquí y entonces comencé de nuevo a trabajar.

¿Ha pensando cambiar de lugar o trabajo?
Me gustaría tener un trabajo estable en alguna parte y ganar algo más, pues como le digo tengo mis responsabilidades en la casa y le ayudo a mi mamá y el presupuesto no me ajusta para tanto.

¿Cuánto dinero recoge aquí?
En los días buenos, hasta 300 o 400 lempiras, es algo que yo le agradezo a todos los clientes del mercado porque no me dejan de la mano.

¿Va a votar en las próximas elecciones?
Casi no me gusta la política, uno vota por un deber ciudadano, pero muchos políticos me han prometido muchas cosas y no me las han cumplido.

¿Tiene la nueva tarjeta de identidad?
No la tengo a pesar que me enrolé como en noviembre con las brigadas que llegaron a Ciudad España, pero a saber por qué no me ha salido.