Autoridades alertas ante infiltraciones de “maras” en los entes estatales

Los poderosos tentáculos de las “maras” y pandillas volvieron a quedar al descubierto, al ser detenido uno de sus infiltrados en entes gubernamentales, algo que pone nuevamente en alerta las autoridades estatales.

Y es que la semana pasada, la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), capturó al pandillero de la “mara 18”, Michael André Mejía Carranza, arrestado el 10 de agosto por estar vinculado directamente en el asesinato de la exdiputada, Edna Carolina Echeverría Haylock.

Después de ser detenido, se informó que Mejía Carranza, trabajaba en el Departamento de Ordenanza del Banco Central de Honduras (BCH), pero el lunes anterior repentinamente y sin excusa alguna interpuso su renuncia.

Hasta el momento no se sabe a ciencia cierta cuál era su rol criminal asignado por la “mara 18”, para trabajar dentro de ese ente financiero gubernamental.

Con la captura del “marero” queda nuevamente evidenciado que las pruebas de confianza, antecedentes penales y policiales, todavía no son una constancia confiable para ver qué tipo de personas contratan en los entes estatales.

Por esas infiltraciones actualmente las autoridades están sumamente alertadas, y queda en evidencia que se deben fortalecer esas pruebas de confianza.

Una de las posibilidades para fortalecer las pruebas, sería agregar asesorías o acercamientos de los departamentos de Recursos Humanos con cuerpos policiales, para identificar a qué tipo de personas se contrata en puestos claves.

Entre los acercamientos a tomar, están con equipos especializados como, ser la Dirección de Inteligencia Policial (Dipol), Fuerza Nacional AntiMaras y Pandillas (FNAMP), Dirección Policial de Investigaciones Criminales (DPI), para saber si algunas personas que solicitan trabajo no están coludidas con “maras” o pandillas.

ENTES VULNERABLES

Según las mismas investigaciones, se ha logrado establecer que las “maras” y pandillas infiltrarán o intentarán infiltrar a sus miembros, en donde les convenga, para realizar sus actividades ilícitas.

Entre los entes gubernamentales de interés y que son vulnerables a ese tipo de infiltraciones están el Registro Nacional de las Personas (RNP), Medicina Forense, Ministerio Público, Poder Judicial, Sistema Nacional de Emergencias 911, unidades policiales, militares, entre otros.

Y es que Michael André Mejía Carranza, no es el primer “marero” o colaborador de pandillas capturado fungiendo en un ente del Estado.

Para el caso, el transportista Jorge Alberto Sánchez Celaya (49), fue capturado cuando fungía como miembro de un comité técnico del transporte en el Poder Ejecutivo.

Sánchez Celaya residía en la colonia San Francisco y tenía como oficio ser dirigente del sector transporte, siendo detenido por el delito de extorsión el 9 de noviembre, en la colonia El Country, de Comayagüela.

Sánchez Celaya, según las investigaciones el transportista era cabecilla de una banda independiente que se dedicaba a realizar el cobro de extorsión al sector transporte, haciéndose pasar como miembro de la pandilla 18, para causar mayor intimidación a sus víctimas.

En esos momentos Jorge Alberto Sánchez Celaya, ostentaba el cargo de vicepresidente de la comisión de transporte a nivel nacional.

Otro caso relevante de la infiltración de esas estructuras criminales es el caso de Luis Enrique Archiaga Núñez, de 28 años, apodado como “El Chele”, capturado el 30 de septiembre del año 2019.

“El Chele” al momento de ser capturado se desempeñaba como conductor de la Corte Suprema de Justicia, en el circuito especial en materia de extorsión.

SEGURIDAD ESTATAL

Según las investigaciones de la Fuerza Nacional AntiMaras y Pandillas (FNMP), el imputado es miembro activo de “Los Benjamins” y se encargaba de repartir teléfonos celulares para extorsionar a empleados del rubro del transporte y centros comerciales de Tegucigalpa.

A la hora de ser detenido se decomisó una camioneta color blanco, asignada a la Corte Suprema de Justicia, con la cual repartía los celulares con mensajes intimidatorios de los grupos delincuenciales.

Más empleados públicos detenidos por la Fuerza Nacional AntiMaras y Pandillas, son el guardia de seguridad Junior Joaquín Rivera Sánchez (37), y Héctor Leonel Dubón Sam (54) conductor de una ambulancia del Hospital Escuela Universitario.

Ambos fueron detenidos en la colonia Cerro Grande, de Comayagüela, cuando se trasladaban desde Olancho hacia la capital, transportando en la ambulancia 409 paquetes de hierba seca, marihuana envuelta en bolsas plásticas.

Los dos eran colaboradores de la pandilla 18 y ese día habían recibido un pago para realizar el movimiento de la droga.

“MAREROS” DE ÓRGANOS DE SEGURIDAD ESTATAL

Las fuerzas del orden no han quedado exentas a las infiltraciones de estructuras criminales, porque el 30 de mayo del 2021 los antipandillas capturaron a Henry Francisco Martínez Martínez (39), alias “El Olanchano”, miembro activo de las Fuerzas Armadas, con el grado de teniente y se encontraba asignado a la 115 brigada de Infantería.

Junto a “El Olanchano” se capturó a José Alfredo Quiñones Fúnez, apodado como “El Comandante”, cuyas investigaciones lo denominan como colaborador y filtrador para el transporte ilícito de armas y droga.

Uno de los casos más sonados de pandilleros infiltrados en órganos de seguridad estatal son el de un receptor de llamadas del Sistema Nacional de emergencias 911, por ser miembro activo de la pandilla 18.

Se trata de Gustavo Adolfo Araujo García, capturado en el año 2018, durante un patrullaje policial ejecutado en la colonia Venezuela, de Comayagüela.

Al ser requerido los agentes del orden se enteraron de que Araujo García, está fichado por ser integrante de pandillas y denunciado por violencia doméstica.

Cuando Lisandro Rosales, fungió en la Comisión Permanente de Contingencias y encargado del 911, dijo en su momento que el crimen organizado siempre “quiere hacer infiltraciones”.

Mientras que en la DPI, le siguen la pista a un grupo de dos jóvenes que se habían infiltrado en la SAR, pues han cambiado su patrón de conducta en la nueva generación, al graduarse en importantes universidades y tienen títulos universitarios.

También la FNAMP está asesorando a otro grupo, que anda tras la pista de dueños del transporte, del rubro mototaxis y de los llamados “brujitos”, que tienen todos los permisos, pero que las ganancias son de la MS-13, que están en cuentas de testaferros. (JGZ)