Lo que quiere la gente

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21 de agosto de 2021
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12:05 am
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Lo que quiere la gente

Por: Edgardo Rodríguez
Politólogo y Periodista

Ya estamos en modo campaña presidencial, gran parte de las noticias que nos mantienen entretenidos, no informados, son los ataques constantes desde la oposición o los temas que el oficialismo posiciona para atraer simpatías o indulgencias para intentar lavar sus múltiples pecados. Dentro de pocos días podremos apreciar las ofertas electorales de todos los calibres, desde las más populistas hasta las inverosímiles, como siempre sucede.

Lamentablemente en Honduras aún tenemos una importante fracción de la ciudadanía apática ante los asuntos públicos, poco informada y para colmo son objeto de las bajas pasiones que nos arrastran a posiciones destructivas, que no ayudan a construir. Ese déficit de ciudadanía se hace sentir en estas épocas electorales, en las que se necesita juicio crítico para enfrentar la ola de promesas, la mayoría poco realistas, de las distintas fuerzas políticas en contienda. Creo que en este aspecto hemos retrocedido como sociedad, en períodos anteriores hubo más beligerancia ciudadana para hacerse sentir ante los políticos, hoy lo que hay es apatía.

A los políticos hay que estarlos orientando, como a niños, para que no pierdan el rumbo o no tomen el camino que les venga en gana. Muchas veces se equivocan con sus discursos o posturas, también erran al atacar y oponerse a ciertas iniciativas ya existentes en el país, lo hacen por el simple afán de desmarcarse del adversario, especialmente el que está en el poder, sin darse cuenta que comenten errores. En las reglas básicas de los manuales de campañas políticas se indica que la mejor estrategia no es la del ataque, no es la descalificación y menos la destrucción, sino, la que se enfoque en propuestas de solución.

Unos pocos días atrás tuve acceso a una muy buena encuesta, de esas que no se publican, que se realizan observando los mejores procedimientos de las técnicas de investigación científica, con una alta muestra poblacional del territorio hondureño. Allí se aprecia que para la enorme mayoría del pueblo el problema número uno es la falta de generación de empleo en el país, no es otro. Cerca del 40% de los encuestados dijo que lo que quiere es trabajo, sin importarle quién o cómo lo genere; en segundo lugar está el acceso a alimentos con un 8.15% de los consultados. Y el problema de la inseguridad, que hace ocho años figuraba entre los primeros lugares, hoy está en último, con 1.26% de las respuestas de los entrevistados.

Aunque sabemos que la corrupción es un mal endémico en gran parte de la sociedad hondureña, no solo en la clase política, esta ni siquiera aparece en las preocupaciones principales de los votantes catrachos. Es verdad que todos la rechazamos, pero la realidad nos indica que no está en la lista de prioridades de la gente. Por esa razón, es que los discursos anticorrupción, aunque son correctos y necesarios, no son imanes para llevar votos a las urnas, contrario a los que se posicionan firmemente con las promesas de generación de empleo, esos candidatos tienen más facilidad de conectar con las exigencias de una buena parte de la masa electoral.

Lógicamente que para un candidato presidencial no basta con posicionarse firmemente en el tema de generación de empleo, tampoco, solo enfocarse en la lucha contra la nefasta corrupción o ser campeón opositor. Un buen candidato, con buenas opciones de éxito, debe combinar diversos factores e integrar los temas de mayor interés a su plan de gobierno. Las respuestas creativas a los viejos males, también generan un efecto positivo en los candidatos que logran vender bien sus ideas.

Con el inicio de la campaña abierta veremos si los que actualmente están en las primeras dos posiciones se consolidan, avanzan o retroceden. Y los del tercer o cuarto lugar logran conectar con el electorado y ascender en las preferencias. Es muy temprano para definir tendencias, en los meses venideros todo puede suceder, el éxito o fracaso de los candidatos presidenciales dependerá de las estrategias de campaña.

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