Edmundo Orellana
Los traidores a la patria dispusieron en la Ley Orgánica de las ZEDE que estas podrán “establecer sus propios órganos de seguridad interna con competencia exclusiva en la zona”. En otras palabras, cada ZEDE puede crearlos. De modo que la política para establecerlos puede diferir de una ZEDE a otra.
La competencia de esos órganos es exclusiva en la zona que los crea. No pueden, por consiguiente, operar fuera de la ZEDE respectiva. Las personas que residan en zonas contiguas a las ZEDE no estarán sujetas a estos “órganos de seguridad interna”, pero estos serán los encargados de imponer el orden dentro del perímetro de la ZEDE respectiva y de inspeccionar a quienes ingresen -autorizados, por supuesto- a la ZEDE de que se trate, es decir, impedirán el ingreso de quienes no estén autorizados. Operan como si fueran agentes de migración en la frontera.
Los “órganos de seguridad interna” no solamente son los que tienen funciones policiales. Además de su propia policía, tienen los órganos siguientes: de “inteligencia”; “de investigación del delito”; de “persecución penal”; su propio “sistema penitenciario”; y, los encargados de “la vinculación con la estrategia de seguridad del país”.
Para conocer las funciones que ejercen los “órganos de inteligencia” debemos remitirnos a la ley de inteligencia hondureña, con fines ilustrativos, desde luego, porque no es aplicable en las ZEDE. Según esa ley, la función de inteligencia consiste, entre otras actividades, en las siguientes: identificar amenazas, internas y externas, a la seguridad y desarrollo nacional; contrarrestar actos que atenten gravemente contra la gobernabilidad y la administración pública; detectar actos de penetración, infiltración, espionaje, sabotaje u otras actividades similares. Su organización y operatividad es facultad discrecional de cada ZEDE.
Los “órganos de investigación del delito” son los encargados de inspeccionar la escena del crimen, recabar y analizar las pruebas, determinar las causas del delito e identificar a los responsables. Comprende, pues, los agentes de investigación y los peritos forenses.
Los “órganos de persecución penal” son los encargados de ejercer la acción pública penal de oficio. Son los competentes para formular las acusaciones criminales ante los tribunales sustentándose en las pruebas recabadas por los agentes de investigación y analizadas por los peritos forenses, y fundamentándose en el Código Penal aprobado para cada ZEDE. Son los fiscales previstos para actuar en estas.
Los “órganos del sistema penitenciario” son los encargados de todo lo relativo a la privación de libertad de las personas sometidas a juicio o condenadas. Tendrán, pues, sus propias cárceles, sometidas a las políticas y administración que establezca cada ZEDE.
Finalmente, los órganos encargados de “la vinculación con la estrategia de seguridad del país”. Es incuestionable que se está refiriendo a las funciones de las Fuerzas Armadas. En otras palabras, tendrán sus propios cuerpos uniformados con funciones de orden militar, con responsabilidad de vincularse con las Fuerzas Armadas de Honduras. Sin embargo, no estarán jerárquicamente subordinados a estas, sino a las autoridades de cada ZEDE.
¿Qué observa usted, acucioso lector, en este esquema institucional creado para las ZEDE en materia de seguridad? Salvo mejor criterio, nos encontramos ante la institucionalidad propia de un Estado. Lo que resulta incuestionable si agregamos la existencia, en cada ZEDE, de sus propios tribunales con jurisdicción en materia penal, laboral, civil y demás.
Las Dirección Nacional de Investigación e Inteligencia hondureña no tendrá competencia dentro de las ZEDE, porque cada una tiene su propia organización que ejerce funciones de inteligencia. ¿Qué dicen a esto los señores de las Fuerzas Armadas?
El Ministerio Público, cuya competencia constitucional es dirigir las investigaciones criminales y practicar los peritajes forenses, así como ejercer la acción pública penal de oficio, tampoco tendrá injerencia alguna en las ZEDE. ¿Qué dice a esto el Fiscal General?
El sistema penitenciario que opere en cada ZEDE es independiente del sistema penitenciario hondureño.
Las Fuerzas Armadas tendrán que establecer, con cada ZEDE, los mecanismos para hacer efectivo lo que comprende la expresión: “la vinculación con la estrategia de seguridad del país”. Sabemos lo que piensa el jefe del Estado Mayor, pero no lo que opinan los demás señores de las Fuerzas Armadas. ¿Están de acuerdo con esta mutilación?
Este régimen perverso amenaza con extenderse a lo largo del territorio nacional, impulsado por las autoridades, por el que se ceden impunemente funciones constitucionales del Poder Judicial, del MP y de las FFAA, resultado de que fuerzas tenebrosas se apoderaron del país y nos llevan, en loca carrera, hacia el precipicio. Evitémoslo, acudiendo al llamado del padre Melo y de Carlos H. Reyes, este 30 de agosto, para gritar con fuerza: ¡BASTA YA!
Y usted, distinguido lector, ¿ya se decidió por el ¡BASTA YA!?
