Historia del diseño y construcción de la Fortaleza de San Fernando de Omoa
Arq. Ricardo Calderón Deras
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Esta monumental obra arquitectónica situada en la costa norte del Caribe de Honduras y cuyo inmueble fue declarado Monumento Nacional mediante decreto publicado en el Diario Oficial La Gaceta Nº 16775 del 11 de mayo de 1959, por su valor arquitectónico, histórico y paisajístico. La historia del desarrollo de su construcción comienza a finales del s. XVII en 1685, cuando el presidente de la Real Audiencia de Guatemala, Enrique Enríquez de Guzmán informa al rey de España Carlos II la urgente necesidad de construir una fortaleza en esa parte de la región en vista de establecimientos ingleses en Belice. En 1723 el Oidor de la Real Audiencia, José Rodezno Manzolo y Rebolledo formalizan la fortificación mediante planos diseñados por Onofre Núñez con forma y planta cuadrangular y de sistema abaluartado.
Luego de un sinnúmero de contratiempos por parte de la Secretaria del Despacho Universal de Indias en España en el año de 1740, se contrató al ingeniero Luis Díez Navarro para la construcción del fuerte en el puerto de Omoa, por ser el más seguro y limpio de toda la costa de Honduras. Entre 1743 a 1745 Díez Navarro elaboró los planos y fueron enviados al rey Felipe V. Dos años después ya contaba con un pequeño grupo de soldados pero faltó artillería para defender la construcción por lo cual se tuvo que levantar un puesto defensivo provisional denominado Recinto Fortificado El Real al norte de la fortaleza y su finalidad era la de proteger a los trabajadores. Esta obra fue de carácter militar, construida con los principios de fortificación moderna permanente abaluartada. Esta obra fue cerrada mediante una empalizada que se derribó posteriormente cuando se consideró defendible.
En el año de 1756, se nombró al ingeniero Ordinario Francisco Álvarez, como encargado de dirigir la obra mientras que Luis Díez Navarro regresó a Guatemala a trabajar en la obra del Palacio de la Capitanía General en Antigua. Álvarez modificó los baluartes e intentó construir un camino de comunicación directa entre la sede de la Capitanía General de Guatemala y la Fortaleza. En ese mismo año don Pedro Pablo Abarca de Bolea y Ximénez de Urrea, conde de Aranda y director general de Ingenieros de España, diseñó un plano para la fortaleza de forma triangular y fue presentado ante el rey Fernando VI, la cual fue aprobada en 1757, descartándose los planos elaborados por Onofre Núñez en 1723 y los de Díez Navarro en 1745. Los planos del conde de Aranda llegaron a Omoa a mediados de 1758 y el 18 de septiembre de 1759 se inició la construcción de la fortaleza primero bajo la dirección de Francisco Álvarez y luego fue sustituido por el capitán comandante de Marina, José Antonio de Palma. Esta fortaleza presenta un estilo neoclásico de origen egipcio con la forma de un arco y flecha. Además presenta una arquitectura que se divide en 3 baluartes, 3 cortinas, 31 bóvedas y 9 garitas.
Dentro de sus bóvedas el diseño es igual, es un diseño barroco de origen romano se llama arco de medio punto para sostener el equilibrio y el peso de la fortaleza y los baluartes son salidas donde era colocada la artillería para utilizarse al mo- mento de cualquier batalla, específicamente los cañones que eran colocados en las troneras que son los espacios entre el muro donde el cañón era puesto y utilizado. Las garitas eran utilizadas para la vigilancia, hay tres en cada baluarte y las cortinas se encuentran entre baluarte y baluarte. Para levantar esta construcción los españoles necesitaron 16 años para construirlo y la mano de obra que se utilizó fue indígena y africana. Entre los materiales utilizados en esta construcción están la piedra de coral, piedra de río, ladrillo y la argamasa para pegar que contenía, (cal, arena, agua y liga de caulote o resina de pino).
En 1762 comenzó la guerra entre España e Inglaterra, la construcción de la obra fue suspendida la cual duró dos años. En 1764 durante la Presidencia de la Capitanía General de Guatemala, Pedro de Salazar, se le dio la orden de terminar la construcción de las obras de la fortaleza y se nombraron a los ingenieros Antonio de Murga y Joaquín Paramas para la supervisión.
Para el año de 1771 se designó al ingeniero José González Ferminor, como encargado de las obra de la fortaleza. Se dice que fue concluida en 1775 pero no fue así, ya que quedó inconclusa y quedaron detalles por terminar como ser los terraplenes y los parapetos. De eso queda constancia mediante un informe del brigadier Agustín Crame que lo documentó en 1779. Esta fortaleza sufrió varios ataques siendo el último por corsarios franceses en el año de 1820 a cargo del pirata Luis Aury. Resistió a varios terremotos como el del año 1856 que afectó al puerto de Omoa. Otros de sus usos en esta obra fue la de presidio hasta el año de 1959. Lo interesante de este castillo en el sentido arquitectónico es su planta que es de forma triangular y eso la convierten en única e interesante porque no hay otras fortalezas en el continente que tengan esa forma y en la actualidad es un punto turístico y cultural tanto para ciudadanos nacionales y extranjeros.
