Participación en crimen habría iniciado venganza contra familia de Comayagua

ZV
/
26 de agosto de 2021
/
05:30 am
Síguenos
  • La Tribuna Facebook
  • La Tribuna Instagram
  • La Tribuna Twitter
  • La Tribuna Youtube
  • La Tribuna Whatsapp
Participación en crimen habría iniciado venganza contra familia de Comayagua

Al múltiple entierro asistieron gran cantidad de conocidos, familiares y amigos de las cuatro personas de San Jerónimo que fueron ultimadas.

“Todo se lo dejamos a Dios, somos hijos de Dios, porque somos cristianos y el Creador responderá por nosotros”, exclamaba en los entierros Yohana Contreras, hija y hermana de cuatro personas que fueron ultimadas en una supuesta venganza, ejecutada en una casa de bahareque y madera, en la aldea Las Tejeras, municipio de San Jerónimo, Comayagua.

“Era una criatura de cuatro años, es una injusticia, pero él ya sabe lo que va a hacer, nosotros no podemos hacer nada, solo limitarnos a enterrar a nuestros seres queridos”.

“Mi mamá era bien cristiana, no se metía con nadie la viejita”, recordaba la mujer muy acongojada por haber perdido a cuatro miembros de su familia en una noche violenta, ejecutada por al menos cinco hombres fuertemente armados, la madrugada del 24 de agosto recién pasado.

Ese día, doña Esmeralda Contreras perdió violentamente a un sobrino segundo, un sobrino, un hermano, su madre y otra jovencita allegada a la familia.

Las víctimas del múltiple crimen son: Towin Owen Alvarado Alvarado (4), Meylin Rayalt Martínez Chávez (16), Juana Guzmán (70) y su hijo y nieto, Alexander Alvarado Guzmán y José Arnaldo Alvarado (44), respectivamente.

Según otros parientes, todas las personas muertas eran originarias de la aldea Samaría, pero hace unos años se fueron a vivir a la circunvecina Las Tejeras. Todos eran agricultores, según sus descontrolados parientes.

Los cuerpos de cuatro de las víctimas ayer fueron retirados de la morgue capitalina por entristecidos parientes que exigieron justicia a las autoridades.

VENGANZA Y BANDAS

Según las primeras pesquisas realizadas por agentes de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), José Arnaldo Alvarado era el objetivo de los victimarios, debido a que estaba involucrado en otras muertes en esa zona central. Además, al ahora occiso se le imputaba de pertenecer a una banda criminal que opera en San Jerónimo, Comayagua y alrededores.

Al hecho violento sobrevivieron tres personas, entre ellas dos hijos de Juana Guzmán y un recién nacido. De acuerdo con parientes, la casa donde sucedió el ataque mortal era propiedad de la matriarca y ese día se quedaron a dormir los dos menores, porque en la zona caía una gran tormenta, algo que impidió que regresasen a la vivienda donde convivían con sus padres.

Supuestamente, en el mismo inmueble también se quedó a dormir José Arnaldo Alvarado, quien huía de unos enemigos, tras participar el fin de semana anterior en la muerte de un agricultor, siempre en la aldea Las Tejeras.

Se supo que en meses anteriores Alvarado había sufrido dos atentados criminales, a manos de supuestos enemigos armados con machetes, que lo hirieron de gravedad.

Los pobladores de La Arada, Samaría y Las Tejeras, se mostraron sumamente consternados por el hecho criminal que enluta a esas aldeas de San Jerónimo, Comayagua.

DESPERTADOS A TIROS

Toda la humilde familia esa noche se acostó a descansar, sin imaginarse que horas después serían atacados brutalmente por al menos cinco hombres, ya identificados por agentes policiales.

A la 1:40 de la madrugada, a la casa llegaron los victimarios fuertemente armados, la mayoría con escopetas. Enseguida y por la fuerza los sujetos ingresaron a la vivienda y estando dentro comenzaron a disparar contra todos los ocupantes, entre ellos un niño de apenas cuatro años.

En el acto murieron todos los adultos, mientras los criminales huían despavoridos del sector con rumbo a una zona montañosa de Comayagua.

Dos personas más, entre ellas una mujer y un adulto que por razones de seguridad se omite su nombre, como pudieron huyeron heridos del lugar, salvando sus vidas de milagro. Ambas personas se recuperan satisfactoriamente de las heridas en un centro asistencial.

Yohana Alvarado, madre del pequeño Towin Owen Alvarado Alvarado, de 4 años, no pudo resistir ver a su querido hijo dentro de un ataúd.

PERSONAS DESPROTEGIDAS

“Es una auténtica tragedia y las víctimas nunca nos comentaron si tenían problemas con alguien”, indicaba una de las parientes ayer, al momento que realizaban los trámites para retirar los cuerpos e irlos a enterrar a la aldea Ocote Caído, de San Jerónimo, Comayagua.

“No hallamos explicaciones en esta tragedia, cómo se fueron a meter con mi mamá y los niños, eran personas desprotegidas y sin defensa”, agregaba una adolorida hija de doña Juana Guzmán, al recordar la muerte de sus seres queridos. Ayer los cuerpos de las cinco víctimas fueron sometidos a la autopsia por técnicos forenses en la morgue capitalina.

Al mediodía, el cadáver de Meylin Rayalt Martínez Chávez (16) fue retirado por un pariente y lo trasladaron a su pueblo natal para ser enterrada.

En horas de la tarde, al predio forense llegaron los parientes y conocidos de las otras cuatro víctimas. Después de los respectivos exámenes científicos, los féretros fueron entregados a sus seres queridos. Después de ser velados por dos horas, los cuatro familiares fueron enterrados en horas de la tarde noche en el cementerio de Ocote Caído.

Los consternados parientes exigieron a las autoridades policiales de la zona que arresten a los responsables del múltiple crimen que enluta a los pobladores de San Jerónimo, Comayagua. (JGZ)

Conocidos y familiares de las cinco personas muertas ayer aún no podían creer como los criminales también mataron a un menor de cuatro años y a una septuagenaria.
Por temor a otro ataque armado, agentes policiales resguardaron el sepelio de las cuatro víctimas en una montaña conocida como Ocote Caído, San Jerónimo, Comayagua.
Momentos de auténtico dolor e impotencia sufrieron los parientes.
Más de Sucesos
Lo Más Visto