Hacia nuevo paradigma educativo
Por: Noé Pineda Portillo
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En marzo 2015, escribimos un artículo sobre la decisión de la construcción del aeropuerto Palmerola en el valle de Comayagua, por la afirmación del gobernante español, en ese entonces el señor Mariano Rajoy, de que ofrecen 52 millones de dólares para la construcción de dicho aeropuerto, fondos que procedían del Programa de Conversión de Deuda España-Honduras, aunque se sabía que lo calculado que tendría que contar para construir tal infraestructura era de 200 millones de dólares.
En otras ocasiones habíamos dicho las grandes ventajas que tenía una infraestructura aeroportuaria en esa ubicación geográfica. Tal ubicación fue visualizada como centro geopolítico por los conquistadores españoles, por nuestro héroe Francisco Morazán , por el geógrafo y diplomático estadounidense Ephraim George Squier( 1821-1888) al señalar la importancia de abrir un canal o ferrocarril por ese lugar y por otros inversionistas colonialistas de la época de los siglos XVIII y XIX.
Ahora que está por inaugurarse el actual aeropuerto Palmerola, el próximo mes de octubre, honrosamente debería llamarse “Francisco Morazán” por la cobertura y trascendencia del mismo, en el istmo y dar honor al Bicentenario de la Independencia de Centroamérica.
Debemos señalar la importancia geopolítica de este aeropuerto, que además de estar tan cercano de las ciudades principales del país como Tegucigalpa, San Pedro Sula, La Ceiba, Roatán, Santa Rosa de Copán, Comayagua, Choluteca y Juticalpa, tiene en la misma dimensión las ciudades hermanas de Centroamérica como San Salvador, Guatemala. Managua y San José. Otra ventaja, los aviones tanto para hacer las aproximaciones de entrada como de salida les son muy propicias, sin ningún inconveniente. Esto le proporciona una gran ventaja a Honduras, con lo cual se amplía en comercio y la actividad financiera.
Entre las características que tendrá dicho aeropuerto se destacan una terminal de pasajeros de 40,000 metros cuadrados, 7 mangas de abordaje y desabordaje, capacidad para recibir en plataforma hasta 13 aeronaves simultáneamente, terminal de carga de 3,000 metros cuadrados con tecnología de cadena fría y más de 1,200 estacionamientos techados. Además, contará con un sistema de climatización y agua que cumple con los más altos estándares medioambientales de Estados Unidos y la Unión Europea.
No podemos negar que con obras de este tipo es como Honduras puede salir adelante y ser motivos de atracción inversionista para el país y no con obras como las ZEDES que en vez de aupar al país, más bien lo desacreditan. Obras como el nuevo aeropuerto “Francisco Morazán” prestigian al gobierno y así debería seguir para que prestigie a Honduras.
