Francisco Valle Cárcamo: Por la senda del Bicentenario

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29 de agosto de 2021
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12:29 am
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Francisco Valle Cárcamo: Por la senda del Bicentenario

Francisco Valle Cárcamo.

Autor: Luis Alonso Gómez Oyuela
Email:[email protected]

DANLÍ, El Paraíso. Continuamos con personajes danlidenses por la senda del Bicentenario. Es una inagotable cantera de ciudadanos distinguidos que merecen un sitial en la historia de los 200 años por sus méritos y virtudes. Olvidamos que la grandeza de un país tiene su origen en la provincia donde se forja la grandeza de una nación. Los que nacieron bajo el influjo de la misma naturaleza entre montañas, valles y ríos y, solos se abrieron paso por la vida dejando una estela luminosa de sus actos. El nombre de Danlí ha trascendido las fronteras patrias por sus hombres y mujeres. Vale entonces ubicarlos en lo que denominamos en el reportaje anterior: “Personajes danlidenes por la senda del bicentenario”.

Brígida Cárcamo, madre de Francisco Valle Cárcamo.

De la obra literaria del inolvidable amigo Darío Gonzales: Danlí en el recuerdo, reproduce un artículo de “Literatura hondureña y su proceso generacional”, destacando entre las grandes figuras a Francisco Valle Cárcamo. Un hondureño poco conocido en los círculos literarios de su tiempo, es una figura extraordinaria dentro del desarrollo histórico de la cultura nacional. Es muy escasa la información que se maneja sobre su vida y obra, pero lo poco que existe, dan la imagen de un hombre de gran sensibilidad y de vasta erudición.

Se dice que siendo un niño de 8 a 10 años aprendió el griego y el latín, posiblemente gracias al interés de alguien versado en idiomas, residente entonces en Danlí, dado que sus padres eran personas muy bien relacionadas dentro de los círculos sociales, religiosos y literarios de la época. A los 10 años de edad leía la Biblia y otras obras clásicas en griego y latín, por cierto, muy admirado por los danlidenses.

Mamilio Valle.

Los que lo conocieron desde su niñez hasta la adolescencia, daban fe que Francisco había heredado la inteligencia e inclinación a la poesía de su madre doña Brígida, a quien sus contemporáneos tenían como poetisa de gran sensibilidad de corte romántico. Francisco inició los estudios de bachillerato en esta ciudad, y, en Tegucigalpa, los terminó en Guatemala en la Universidad de San Carlos, donde obtuvo el título de abogado. Fue en la capital guatemalteca donde este ilustre danlidense publicó toda su producción literaria, descollando como poeta sensitivo y como escritor versado en Literatura, Historia, Filosofía y Jurisprudencia.

Manuel Estrada Cabrera, dictador guatemalteco.

Quienes lo conocieron en Guatemala, contemporáneos suyos afirman que a la edad de 40 años era un reputado políglota; siendo muchas las obras clásicas de la cultura universal. Para entonces no solo dominaba el griego y el latín, sino el inglés, portugués, alemán, francés y el italiano, que le servía para conocer ideas y doctrinas en su raíz original. Siendo estudiante de la Universidad de San Carlos de Borromeo, dada su gran personalidad intelectual, fue electo Síndico Municipal de la ciudad de Guatemala, y una vez graduado ocupó la cátedra de filosofía de la benemérita universidad. Posteriormente fue nombrado juez, y por su misma capacidad ascendió a presidente de la Corte Suprema de Justicia de Guatemala, llegando de esta forma al pináculo de su carrera profesional. Como jurista tuvo destacada actuación en la solución, del viejo problema de límites entre México y Guatemala, recibiendo la gratitud del pueblo guatemalteco. Para ejercer su profesión de abogado fue incorporado a las facultades de Derecho de las Universidades de México y El Salvador.

Actual palacio de Justicia de Guatemala. Valle Cárcamo fue presidente de la Corte Suprema de Justicia.

Cargado de años y después de una vida de mucho estudio y trabajo regresó a Tegucigalpa, en donde falleció en 1924. Su vida fue ilustre y digna. Luis Hernán Sevilla Rojas, autor de “Antología de poetas danlidenses (1967) destaca una expresión de Francisco Valle Cárcamo siendo niño: “Cuando yo sea hombre voy a pintar cosas bonitas, a tocar instrumentos y dar sonidos dulces”. Y agrega Sevilla Rojas, que cuando el presidente de la República, general Luis Bográn (1884) visitó Danlí, el jovencito Valle Cárcamo le hizo una simpática salutación. Valle Cárcamo toda su vida fue un abanderado de la libertad y, por esa condición muy propia de él, estando en México escribió un artículo intitulado; ¿Hasta cuándo Manuel Estrada Cabrera?, por el cual fue expulsado definitivamente de Guatemala por el déspota chapín. Retornó a Honduras el 3 de mayo de 1910, se incorporó a la Facultad de Leyes en la Universidad Nacional (UNAH) fue un liberal genuino y por sus ideas conoció los barrotes penitenciarios. En 1936 su hermana María Valle de Rodríguez publicó parte de sus producciones literarias y políticas, en un libro intitulado “Náufragos”, cuyo prólogo fue escrito por Visitación Padilla.

Darío Gonzales (QDDG), referente de la vida de Valle Cárcamo.

En lo que resta para el Bicentenario, en estas páginas dominicales estaremos haciendo referencia de otras connotadas figuras que escribieron páginas gloriosas desde diferentes campos. Quedan muchos que la historia aún no se les ha hecho justicia. Para LA TRIBUNA, estos grandes hombres son orgullo de la patria y la tierra que los vio nacer.

Francisco Valle Cárcamo fue hijo del ingeniero Mamilio Valle y doña Brígida Cárcamo.

Portada de “Náufragos”, obra publicada en 1936.
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