Teléfonos inteligentes… del iPhone al “hay idiotas”

Por: Otto Martín Wolf

Cuando salieron al mercado los primeros dispositivos inteligentes de bajo costo a muchos se nos iluminó la mirada.

Ahora todos, ricos y pobres, altos y bajos, inteligentes y brutos, todos tendrán la oportunidad de aprender en un terreno nivelado, desaparece el privilegio del dinero en la educación.

Más que la legendaria Biblioteca de Alejandría o la del Congreso de los Estados Unidos, más que todas las piezas arqueológicas y obras de arte exhibidas en los mejores museos del mundo, todos los libros jamás publicados, todas las sinfonías y música popular, todas las investigaciones científicas en todos los campos, noticias mundiales actualizadas al instante, con videos, comunicación instantánea, inclusive visitas virtuales a cualquier ciudad del mundo, con descripción de expertos.

Todo, absolutamente todo al alcance de la mano, mejor dicho, en la palma de la mano.

Qué maravillosa oportunidad -pensé- para esta, la primera generación que nace y crecerá con semejante herramienta!

Qué equivocado estaba, lo que pudo haber sido un vehículo para aprender y unir al mundo, en realidad solo sirve para aumentar la ignorancia y aislar.

Pregunte a cualesquiera de esos jóvenes que están sentados o parados por ahí, tecleando rabiosamente, si tienen idea de lo que está sucediendo en Afganistán, cómo operan las bitcoins (o si siquiera saben lo que son) o cuál es el último libro (sobre cualquier tema) que han leído.

La respuesta con toda seguridad será una cara de desconcierto e ignorancia que significa: noup, no tengo idea de lo que me habla.

Si, saben mucho de memes, Messi (y todos los equipos de fútbol) la música de actualidad, chistes, porno, selfies, Tik Toks y todo lo que se mueve en las redes sociales que yo llamo “bajo nivel”.

O sea, lo menos importante (o lo más idiotisante) de todo lo que podrían haber obtenido.

Solo unos pocos están aprovechando, aprendiendo todo lo que pueden. Ellos serán los que gobiernen en el mundo del futuro cercano; los que aprendan solo a teclear rápido para enviar WhatsApp y similares, serán sus empleados.

El conocimiento es poder.

Cómo verán los historiadores del futuro lo que está ocurriendo?

Cierto que siempre ha habido gente preparada (estudiada) e ignorantes, pero nunca ha existido la oportunidad -como dije- de nivelar el terreno.

Los que antes teníamos que ir a las bibliotecas públicas en busca de información

-cuando no se podía comprar libros- o caminar kilómetros para llegar a las escuelas y los que debíamos trabajar para poder sobrevivir (experiencias que conocí a fondo) podemos comprender todo lo que está siendo desperdiciado.

Sabrán los historiadores (digamos en apenas 100 años) apreciar la maravillosa oportunidad que tuvieron todos los que nacieron con teléfonos inteligentes (laptops o tabletas).

Podrán comprender cómo tantos desperdiciaron semejante recurso?

Cómo, en lugar de servir de adelanto para la cultura mundial, en su lugar sirvió para elevar más la muralla entre los que saben y los que no, que equivale a decir los que tienen y los que no.

O, lo que es lo mismo, quienes manejan el mundo y los que, en lugar de machete y azadón, escoba o trapeador, ahora saben teclear, nada más.

Edad de Piedra, hierro, atómica… cómo llamarán los historiadores del futuro a esta era?

Qué triste; el nombre que se me viene a la mente es “iPhone, la era del dispositivo inteligente” o, “iPhone, la era del “hay idiotas”.

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