El circo político y un mundo de entretenimiento
Por: Carlos Medrano
Periodista
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El pueblo elige a los gobernantes que merece “cada nación tiene el gobierno que merece”, dijo el teórico político y filósofo, máximo representante contrarrevolucionario, opuesto a la revolución francesa, Joseph de Maistre.
Honduras ha sido un claro ejemplo de un país mal gobernado, ya que aquí hemos tenido en el cargo de presidente a personas que no han dignificado el puesto, más bien solo han llegado a demeritar tan digno sitial, porque no han honrado su juramento, han llegado a robar a “mansalva”, han tomado malas decisiones que costaron millones de lempiras en pérdidas, nos endeudaron y nos hicieron más pobres de lo que ya éramos.
Muchos gobernantes llegaron a improvisar los 4 años, nunca encontraron su norte, tomaron determinaciones erráticas afectando a millones de hondureños, permitieron y toleraron irregularidades y sus colaboradores no dieron el ancho para las responsabilidades asumidas.
Hemos tenido pocos presidentes buenos -contados con los dedos de las manos-, pero la mayoría han sido malos y muy malos, pues lejos de avanzar al país en materia económica, social, política y mejorado los indicadores en contra de la pobreza, lo han retrocedido y hoy somos de los países más pobres del mundo.
Otros consideraron al gobierno como su hacienda personal, contrataron a toda su parentela quienes prosperaron meteóricamente, derrocharon dinero a más no poder en viajes, caprichos, seguridad, amantes, queridas y otras no tan queridas, pero habría que mantenerlas de la “teta” pública.
Hoy que enfrentamos unas nuevas elecciones generales para escoger a un nuevo presidente, alcaldes y diputados en el Congreso Nacional… el panorama no es tan halagüeño, se torna difícil, lastimosamente la ley así lo permite, que cualquier hondureño y hondureña aspire a la Presidencia, casi sin ningún requisito.
Muchos, por ende, han cometido la osadía de perfilarse para el cargo más honroso en Honduras, pese a no contar con el perfil, ni la inteligencia, mucho menos la capacidad para gobernarnos en unos de los momentos más complejos y difíciles que vive la nación.
Algunos candidatos parecen vagos, son como pendencieros, actual como vagos, no han hecho nada en su vida, no han creado y manejado ni una microempresa, mucho menos han tenido capacidad administrativa en alguna empresa, lo que nos preocupa sobre el futuro de este país.
No hay duda de que la proliferación de candidatos a cargos de elección popular en estas próximas elecciones generales del 2021, generará muchas risas, muchos memes, muchas circunstancias graciosas, escenarios divertidos, algo así como un circo con muchos payasos entreteniendo a un pueblo necesitado de comida.
Si revisáramos el Currículum Vitae de los actuales candidatos pocos han destacado, pocos tienen experiencia administrativa y gerencial importante que permita conocer cómo se maneja “la cosa” pública, no saben cómo se opera un presupuesto tan complejo como el de Honduras y cómo van a racionalizar a un elefantiásico gobierno cada vez más gordo e inútil.
Después del paso devastador de Eta, Iota y la covid-19, el mundo cambió, las economías se cayeron, millones de puestos de trabajo se perdieron y no volverán nunca más, por lo tanto, se requerirá de un verdadero estadista para salir de estas honduras, un hombre o mujer serios que responda al soberano.
Ocupamos a un hombre o mujer trabajador, honesto, sin vanidades y egos exacerbados, que trabaje para el bien común, no para su imagen y su ego, no necesitamos más a un chabacán, a un graciosito, a un irrespetuoso y a un irresponsable que no le importe como entregará al país al próximo gobernante.
