Retos ambientales en el comercio internacional
Norma Soad Ponce
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Estudiante de la carrera de Relaciones Internacionales
Unitec, campus Tegucigalpa
El cambio climático es uno de los mayores desafíos que enfrenta la comunidad internacional, pues sus efectos dañan a todos. Si no se toman medidas drásticas en la actualidad, las repercusiones que dejará son enormes e incontables. Se puede considerar la cercana relación existente entre el calentamiento global y las actividades humanas. Tal y como lo establece la OMI, se calcula que la temperatura media a superficie de la tierra aumentó 0.74°C, esto debido en mayor parte a la emisión de gases de efecto invernadero que son generados por el comercio internacional. Según la Organización Mundial de Comercio, “el transporte de mercancías marítimas representa el principal contaminante ambiental”.
Es por ello que, la Organización Marítima Internacional, como orga- nismo especializado de las Naciones Unidas, responsable de la seguridad, protección de la navegación y de prevenir la contaminación del mar por medio de los buques, ha adoptado una estrategia para la reducción de gases de efecto invernadero ocasionadas por el transporte marítimo internacio- nal. El acuerdo mencionado anteriormente será regulado por la misma con el fin de que ningún país se quede exento. Esto, también significa que para países en vías de desarrollo como Honduras, el cambio traerá consecuencias en cuanto a competitividad comercial internacional y la necesidad de alianzas para lograr implementar dichas restricciones. Ahora, el comercio internacional está frente a su próximo gran reto, pues para el 2050 debe haber una reducción de gases del 50% en comparación con el 2008, como un proyecto normativo para apoyar las medidas de reducción de la intensidad de carbono de los buques de carga a nivel internacional. El problema radica en que el comercio marítimo representa alrededor del 90% del comercio mundial de mercancías, y considerando las enormes pérdidas ocasionadas por la pandemia requiere implementar diferentes estrategias que podría aumentar sus costos.
Diversas naciones y empresas han optado por el uso de combustible amigable con el medio ambiente. Para esos efectos, se estableció como ob- jetivo operar buques con búnker cero emisiones sobre una base comercial, es decir, combustibles producidos con agua y CO2 como únicas materias primas. En este proceso más de 90 empresas e instituciones que representan a los sectores marítimos, se han unido. Los países europeos, asiáticos e in- cluso Panamá mediante su canal, está exigiendo medidas ambientales para ingresar a sus puertos. Esto obliga a los demás países a seguir las nuevas regulaciones, pues para logar un crecimiento comercial necesitan un libre paso por estos puertos. Cabe recalcar que, a pesar de estos compromisos, los gobiernos continúan destinando subsidios, respaldo e inversiones de empresas estatales tanto a la producción como al consumo de petróleo, gas, carbono y electricidad. Claramente las nuevas medidas implican grandes cambios y costos operativos y de insumos a los cuales muchos países y empresas no cuentan con la capacidad de manejo e inversión.
La sostenibilidad no es solo una tendencia ecologista, sino una forma de amortiguar todos los daños causados al medio ambiente e incorporar hábitos que impacten positivamente al entorno. Dentro del sector logísti- co, ya se plantea una orientación basada en los ODS, donde las empresas son las protagonistas e impulsoras de los cambios para la sostenibilidad medioambiental. Los impactos para el comercio internacional radican des- de la reducción de costos en mantenimiento como en el alza de los precios para el consumidor. Dentro de un período de prueba donde todo es incierto, las grandes empresas de transporte marítimo se arriesgan y toman a bien la implementación de estas estrategias para lograr un desarrollo sostenible.
Asociación de Estudiantes de Relaciones Internacionales Comité Editorial “La Voz de la Academia”
