¿INTERMEDIARIO?

ZV
/
11 de septiembre de 2021
/
12:56 am
Síguenos
  • La Tribuna Facebook
  • La Tribuna Instagram
  • La Tribuna Twitter
  • La Tribuna Youtube
  • La Tribuna Whatsapp
¿INTERMEDIARIO?

EL CONTAGIO Y LAS ALARMAS

SENTIMOS mucho exteriorizar nuestras dudas que de esas conversaciones entre el gobierno mexicano y el norteamericano –del denominado Diálogo Económico de Alto Nivel (DEAN)– saldrán planes realistas acordes al interés de los países centroamericanos. Antes que nada, para que a nadie se le ocurra malinterpretar lo que decimos. Por México guardamos el mayor de los cariños, como agradecimiento. Fue uno de los pocos países a donde fuimos en visita de Estado. Con hondo sentimiento de gratitud recibimos, una honra singular, el Collar de la Orden Mexicana del Águila Azteca. Fue México –entre otros motivos apodícticos que revelan esos superiores grados de amistad dispensados a pueblos hermanos– de los primeros países que acudió en auxilio nuestro, cuando la saña destructiva del bíblico huracán desfiguró la geografía nacional. Dicho lo anterior, en la conversación con el canciller Jorge Castañeda durante su visita a Tegucigalpa, –atendiendo invitación de la embajadora anterior ya que al actual ni el gusto tenemos de conocerlo–, quisimos escuchar su criterio sobre la siguiente inquietud:

La razón por la cual México –tan próximo y pendiente de las naciones centroamericanas durante mucho tiempo– fue alejando su mirada del sur para privilegiar su atención hacia el norte. Por supuesto que Estados Unidos, los flujos migratorios, la fuerza de los mercados y sus vínculos fronterizos son ejes incontrovertibles de esa relación. Pero ello no explica del todo la naturaleza de su distanciamiento, en las últimas décadas, de los pueblos y gobiernos de su otra frontera. Platicábamos con Castañeda que, virtud de esa lejanía que con el pasar de los años se hizo evidente, durante nuestra gestión decidimos suscribir con México un Tratado de Libre Comercio. Con la esperanza de propiciar un impulso para revertir la fría tendencia. De ser posible, retornándola a algo parecido de lo fue en épocas mejores del pasado distante. No que de parte de los gobiernos mexicanos no haya habido aproximaciones. Otro tópico de la conversación. Le recordaba que Fox estuvo en Tegucigalpa promocionando su iniciativa del Plan Puebla Panamá. Sin embargo, no supo qué responder cuando le preguntamos: ¿Presidente, y esa iniciativa suya de integración de mercados, porqué la plantea que sea solamente entre los estados y las comunidades sureñas de México, posiblemente de igual o parecidos niveles de atraso que se viven en el istmo regional, y no una integración total?

Como si el abismo de desarrollo entre el norte y el sur mexicano fuese tan profundo que solo esa salida se les ocurre para medio mitigar abajo lo que choca con lo que tienen arriba, dada su proximidad con los Estados Unidos. Pues bien, pasando a la plática entre el gobierno mexicano y norteamericano sobre el tema migratorio. ¿No les parece que hablar de planes que aborden las raíces del problema migratorio y de soluciones debió contar con el parecer de todo el conjunto? Ello es, abordarlo también bajo el interés de las naciones centroamericanas. Los planes para que sean efectivos se hacen escuchando todas las partes, y no solo a los gobiernos, porque el gobierno, también, solo es parte del todo. Y no solo escuchando sino que incluyendo el equilibrio de todos los intereses. Otra aclaración. Sobre AMLO tenemos un buen criterio. Hasta de simpatía cuando objetaba los resultados electorales que terminaron favoreciendo a Felipe Calderón. Sin embargo, muchas veces lo que expresa no encaja con lo que sucede. No ha habido tal política de derechos humanos de su gobierno distinta a lo que era antes, hacia los peregrinos hondureños. Los 27 mil efectivos que desplazó a atajar migrantes –y no con tratos de buenos amigos– fue cuando Trump lo amenazó con sanciones arancelarias si no paraba de seco la migración. Así que tampoco es tan exacta esa no injerencia de la que se ufana. Esos proyectos que vuelven a aparecer emocionando con que “Estados Unidos colaborará con México en los programas «Sembrando Vida» y «Jóvenes Construyendo el Futuro» en la región, fueron llamarada de tusa –miserias invertidas– para tapar el ojo al macho. Y eso otro de lo que hablaron, «Invertiremos en capacidades de desarrollo inclusivo y verde y crearemos empleos para la gente del sur de México y Centroamérica», otra vez aflora la misma fijación de los mexicanos. De resolver su problema de atraso en las más pobres comunidades del sur. ¿Dónde estaría el interés de los centroamericanos, –hasta el Sisimite se pregunta– que México sea intermediario de las soluciones y oportunidades que se ofrezcan a la región?

Más de Editorial
Lo Más Visto