¡Los héroes se levantan ante la historia festejando 200 años!
Por: Lic. Gustavo Adolfo Milla Bermúdez
“La patria se enarbola a través de la historia de los 200 años que ha cantado el amo y los himnos de libertad de su existencia, con grandes hombres que envolvieron en ondas de armonía; con el día memorable apoteósico 15 de septiembre de l821 de nuestra sacra y magna independencia. Con mucho júbilo celebramos esta gloriosa fecha recordando a sus héroes con respeto y admiración por sus conquistas hidalgas en defensa de la independencia patria, son los máximos exponentes patriotas General Francisco Morazán, general José Antonio Milla y sus aliados comprometidos en defensa de sus más caros ideales unionista, dieron las batallas con toda su energía de patriotismo. También cabe recordar el Día de la Bandera, símbolo nacional, creado por el general José María Medina en 1866. Este año estamos celebrando tres acontecimientos sumamente apoteósicos de gran envergadura: el día 15 de septiembre de independencia, segundo, el día 1 de septiembre y el 28 de noviembre elecciones generales. Y algo más, JOH nos deja una vara alta para izar la bandera de la dignidad, la moral y la ética, para ponerla en lo alto de “Banrural”.
Esto es lo que yo sigo, al seguir sus huellas aplaudiendo la fama de sus conquistas que brillan en el ocaso. La historia de la patria no es un enigma absurdo porque más descifrable deja la verdad que parece imposible que de confusión se despeña. Hoy es grato festejar como susurro del viento viajando en las alas del día histórico 15 de septiembre de l821. Así se describen los anales históricos del General Francisco Morazán y el general don José Antonio Milla con ascendencia de estirpe que vino de España a principios del siglo XVII. Siendo persona de mucha distinción, de familias honradas. Según documentos incontestables. Ya desde el año 1828 había el propósito de romper la Federación para establecer el miserable fraccionamiento que al final logró en los años de l838 y 1839. Don José Antonio Milla, entrado ya en la carrera militar acompañó a su jefe y amigo, General Morazán, en todas las campañas contra el separatismo había resultado hacer guerra a muerte. Cuando el grito de la patria grande organizada 1823.
En esas campañas conoció a Trinidad Cabañas, Gerardo Barrios, Nicolás Espinoza y Joaquín Eufrasio Guzmán, con quienes llegó a tratarse como hermano.
En 1838 era diputado a la Asamblea Legislativa de Honduras, habiendo sido elegido al mismo tiempo que el jefe de Estado don Justo José Aycinena en folletos desde los Estados Unidos del Norte, contra la Federación, había encontrado eco aun en personas unionistas que sinceramente llegaron a creer que debía romperse el pacto Federal para formar otro que ofreciera completa estabilidad.
El Congreso Federal reunido en San Salvador, emitió el funesto decreto por el cual dejaba a los estados de la unión en libertad para organizarse como quisieran. José Aycinena que habría regresado de la expatriación, era uno de los diputados y él influyó para que se diese aquel golpe mortal, aprovechando la ausencia del General Morazán que por entonces andaba persiguiendo al faccioso Rafael Carrera. Cuando el grito de reformas llegó a la Asamblea de Honduras, don José Antonio Milla se opuso con elocuencia y firmes razonamientos para que no se consumara el gran crimen. Dijo entonces que si los funcionarios no cumplían exactamente con sus obligaciones, no se debía al sistema establecido.
Sino otras causas que eran posibles remover. Su voz no fue oída; el separatismo estaba resuelto a consumar el fraccionamiento; fue convocada una Asamblea Constituyente y esta en dos decretos, declaró que el Estado era libre, soberano e independiente del Gobierno Federal, de los demás estados y de todo otro gobierno o potencia extrajera. Vencido el gran patriota Milla; junto con los otros unionistas, abandonó el suelo nativo, al que no debía volver sino diez años después.
Triunfante el separatismo en Honduras, el señor Milla se trasladó al Estado de El Salvador, donde se encontraba el vicepresidente don Diego Vijil ejerciendo las últimas funciones del Poder Ejecutivo Nacional, después que Morazán había terminado su segundo período, no habiéndose practicado nuevas elecciones. El leal y sincero unionista fue a unirse con sus buenos amigos Morazán, Cabañas, Gerardo Barrios y Espinoza, etc.
“¡Viva Honduras, patria libre y soberana!”.
