Valle en los eventos de la Independencia

MA
/
14 de septiembre de 2021
/
01:19 am
Síguenos
  • La Tribuna Facebook
  • La Tribuna Instagram
  • La Tribuna Twitter
  • La Tribuna Youtube
  • La Tribuna Whatsapp
Valle en los eventos de la Independencia

Rafael Delgado Elvir

Proclamada la Independencia de Centroamérica de España se alcanzó el anhelo de todos los sectores más importantes de la región. Pero se abrieron diferentes opciones y proyectos por los que cada fracción del abanico político quiso transitar. José Cecilio del Valle desde sus altas posiciones del engranaje colonial era uno de las más mentes más preparadas para entender lo que estaba pasando. Pudo hacerlo porque además de funcionario y político era un estudioso de las ciencias económicas, sociales y políticas. Desde allí contemplaba la evolución de la situación centroamericana. Estudió la economía política y la divulgó creyendo en sus principios que consideraban el poder decadente de las monarquías y las trabas al trabajo de los productores como nefastos para el desarrollo y el bienestar. Creyó y dio la bienvenida al constitucionalismo que se impulsó desde España con la Constitución de Cádiz, aunque más tarde entendió sus limitaciones para la América colonial. Con seguridad no fue un radical, ni un irrefl exivo partidario de la independencia a cualquier precio, pero sí tuvo claro que el camino de la emancipación política era el correcto y que también había que saber alcanzarla.

Una evidencia clara para ilustrar esa competencia de análisis y congruencia con los principios de la ilustración y el liberalismo político fue su severa denuncia a la aristocracia de la entonces capital del Reyno de Guatemala. Justo en la coyuntura política previa a la independencia, Valle publica en su periódico el Amigo de la Patria un informe sobre este poder de la aristocracia guatemalteca. En este se enumeran 64 personas de la familia de los Aycinena con sus respectivos sueldos, ocupando todos puestos de importancia en el gobierno colonial. Allí se enuncian consejeros, asesores, alcaldes, tesoreros, comandantes, cónsules; hermanos sucesores de hermanos, primos sucesores de primos. Como se explicó en el mismo periódico, no se trataba de un ataque personal a los funcionarios, sino de una evidencia sobre la acumulación de empleos, sobre la suma considerable de fondos para su pago que agobiaban al fi sco español y la importante concentración de derechos que esto le concedía a la misma familia. Estos para Valle eran los enemigos de la igualdad e independencia.

Pero falsamente divulgaban estar a favor de la emancipación política con el propósito de desplazar a los españoles y gobernar sobre los pueblos centroamericanos. A la hora de proclamar la independencia han de haber surgido las preocupaciones. Allí estaban, entre los partidarios de la independencia los poderosos Aycinena y sus aliados, los que meses antes había denunciado en su periódico y que amenazaban con seguir controlando la evolución de los hechos políticos de Centroamérica. A Valle le tocó redactar el Acta de Independencia y mantuvo allí su posición de escuchar a las provincias centroamericanas para defi nir la independencia general y absoluta. Por ello quedó fi ja en el acta la convocatoria a un congreso constituyente compuesto por diputados o representantes de las mismas que debían decidir sobre la independencia, la forma de gobierno y la ley que la debiera regir.

Pero ya sabemos que los eventos tomaron un giro diferente y los ayuntamientos se pronunciaron a favor de la anexión a México que resultó de poca duración. Entre celebrar y conmemorar parece más acertada la última, cuando nos referimos al Bicentenario de la Independencia.  Pareciera un detalle sin mucha trascendencia, pero en efecto se trata de una buena diferencia. Viendo hacia atrás nos llena de mucho orgullo algunos episodios transcurridos de la lucha de estos pueblos por encontrar su camino por la independencia y la prosperidad. Pero chocamos igualmente con horribles eventos y retrocesos signifi cantes ayer y precisamente en estos días que nos indican el largo camino, en comparación con otras regiones y países, que aún debemos recorrer, al haber caído tantas veces por errores severos. Por ello más que una alegre celebración, más bien amerita de profundos estudios y meditaciones de lo que aconteció hace 200 años y después, para encontrar dónde hemos fallado, y así enmendar el camino para emprender el futuro.

Más de Columnistas
Lo Más Visto