EL DENGUE ACECHA

ZV
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19 de septiembre de 2021
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12:21 am
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EL DENGUE ACECHA

YA no aguantamos. Dos y hasta tres epidemias hemos tenido en este país. Salen a abrir la jeta sin mascarillas, se van al estadio, se ponen a chupar en los bares y después en la mañana nos vienen… a reclamar. Las enfermeras y los médicos tenemos que pagar la irresponsabilidad de un montón de brutos. Llega un momento en que uno se exaspera. Tengan misericordia del personal y de su familia…

Estas expresiones, proferidas con alguna dureza pero también pidiendo disculpas porque “a veces uno se sulfura”, son de un conocido médico de la costa norte que ha cobrado notoriedad precisamente por la franqueza del lenguaje con que se maneja en sus frecuentes participaciones en los medios de comunicación para aludir a las incidencias de la terrible pandemia, y que ahora nos viene con otro dramático llamado a la conciencia de los “irresponsables” que por su culpa los hospitales se están llenando de pobladores infectados por el dengue.

En efecto, las autoridades de salud han admitido en las últimas horas que se ha registrado un repunte del dengue y que, aparte de una niña de diez años que falleció por esa causa en el Hospital Escuela de Tegucigalpa, hay otro considerable número de contagiados en el país. Este sería el tercer caso de muertes en lo que va del año. En la región metropolitana de Tegucigalpa se han reportado más de tres mil casos de contagiados y 975 en Cortés. Pero las cifras también son preocupantes en Comayagua, Olancho y Choluteca y se ha podido establecer que el dengue ataca con mayor frecuencia a los menores de 15 años. En el territorio nacional, la Secretaría de Salud (SESAL) contabilizaba hasta la semana epidemiológica 34 un total de 7,287 casos, una cifra que, por supuesto, enciende las alarmas porque estamos frente a otra epidemia que admiten haberse propagado debido a que se descuidaron las acciones de prevención por estar priorizando la atención del coronavirus.

Ante lo que está aconteciendo, el reclamo y vehemente llamado a la población de los profesionales de la medicina y de las autoridades de Salud, es razonable. La diferencia entre ambas epidemias es que ésta, la del dengue, sí es previsible. Basta con observar elementales normas de aseo y eliminar los criaderos de zancudos. Es responsabilidad directa de los padres de familia tomar todas las medidas necesarias para evitar la propagación del vector. Para ello, cada familia en su hogar debe asumir el papel que le corresponde en cuanto a limpieza de recipientes y objetos que puedan acumular agua, cuidar esmeradamente a sus menores y acudir de inmediato al médico ante los primeros síntomas de la enfermedad.

El otro componente determinante para evitar la propagación de la enfermedad es que las autoridades municipales deben hacer lo propio y ser implacables –aun cuando en esta temporada de campañas políticas les resulte inconveniente o impolítico–, con los propietarios de los solares baldíos que no los mandan a limpiar por no pagar un peón que les corte la maleza, o porque saben que simplemente no pasa nada. En el caso del Distrito Central, siempre se anuncia la intervención de esos solares sucios y la aplicación de multas hasta por el orden de cinco mil lempiras, a través de la Unidad de Gestión Ambiental. Y anuncian que hasta han activado la línea 100 para poder atender las denuncias provenientes de los diferentes barrios y colonias. Que se cumplan las advertencias que se hacen todos los años, es otro asunto por saber. De lo contrario, esos predios no pasarían “enmontañados” y no constituirían una amenaza permanente no solo para la salud y seguridad de la población. A ver si estos llamados a la conciencia ciudadana, tienen algún efecto entre los “irresponsables” que señalan los médicos y las propias autoridades sanitarias.

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