Producción nacional crece 12.6% hasta julio del 2021
La reapertura económica ha reflejado dinamismo en la actividad económica y adaptación progresiva de los hogares y las empresas a la nueva normalidad impuesta por el COVID-19.
La producción nacional alcanzó un crecimiento acumulado de 12.6 por ciento a julio del 2021, con eso supera la caída de 10.3 por ciento registrada en igual período del 2020, destacaron los resultados de la serie original del Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE) medido por el Banco Central de Honduras (BCH).
El comportamiento fue atribuido a la reapertura económica que ha reflejado un dinamismo en la actividad económica y adaptación progresiva de los hogares y las empresas a la nueva normalidad impuesta por el COVID-19.
Durante el mes analizado, la serie original del IMAE denota un alza interanual de 15.6 por ciento, en tanto que la variación interanual de la serie tendencia ciclo fue 8.9 por ciento (-7.4% en igual mes del 2020).
Según la contribución al IMAE total, las actividades económicas con mayor aporte fueron en primer lugar la Industria Manufacturera con 4.3 puntos porcentuales (pp).
Esa actividad de mayor contribución acumulada a julio creció en 28.0 por ciento (disminución de 20.9% en igual período del 2020), impulsada por el crecimiento de 62.4 por ciento en la Fabricación de Productos Textiles y Prendas de Vestir, y 99.3 por ciento en la Fabricación de Maquinaria y Equipo, que en conjunto aportaron el equivalente al 77.9 por ciento (21.8 pp) del total de la variación porcentual de la industria.
Ambas actividades basaron su expansión en la fortaleza de la demanda externa, principalmente por el incremento en el consumo de estos bienes desde los Estados Unidos de América, Nicaragua, El Salvador y México.
Por su parte la Intermediación Financiera contribuyó con 3.1 pp al IMAE. La Intermediación Financiera, Seguros y Fondos de Pensiones aumentó 13.2 por ciento a julio del 2021 (0.6% en 2020), inducido por el comportamiento positivo de la intermediación financiera (14.1%) debido a mayores ingresos por comisiones sobre servicios financieros bancarios, derivado principalmente del aumento en el uso de tarjetas de crédito y débito, giros y transferencias bancarios y cartera crediticia.
También por menores egresos contabilizados por concepto de intereses pagados sobre los depósitos captados del público a raíz de la baja tasa de interés pasiva.
