VALE LA PENA RECORRER LA TRAVESÍA DEL ABUELO ABEL

Abel García Cálix

Licenciado Juan Ramón Martínez, director de la Academia Hondureña de la Lengua
Distinguidos miembros de esta Academia
apreciables invitados

Iniciamos expresando nuestro profundo agradecimiento al licenciado Juan Ramón Martínez por acuerpar la presentación de la obra en este prestigioso espacio de la Academia.
Por amistad desde los tiempos de la escuela y el colegio, debemos dar un especial reconocimiento al licenciado Óscar Aníbal Puerto, Académico de Número, por su profundo análisis de libro.

Con el maestro Mario Argueta concluimos que, si valía la pena recorrer la travesía de vida del abuelo Abel, por su vocación de servir a los desprotegidos, sin voz ni poder, y, a los obreros que recién iniciaban su organización formal. Una posición ideológica de esa naturaleza era una afrenta para muchos otros protagonistas en el entorno social de la época. Él tenía la firme determinación por defender su compromiso ético con la verdad, y su profesión, al denunciar arbitrariedades; esa convicción fue confirmada al perecer trágicamente ese domingo 12 de mayo de 1927, a la edad de 37 años. A el maestro Argueta le ha tomado dos años y medio concretar esta obra a causa de la crisis de salud.

Nos quedan dudas: ¿Cuál habría sido su aportación en el acontecer nacional, especialmente ante la delicada etapa política que se avecinaba? ¿Cuál hubiera sido su legado y su herencia intelectual?

Calorizando este acto cultural, les confesamos que, como observadores en el proceso de la redacción de esta obra, ganamos un buen amigo, al maestro Argueta, y, conocimos al abuelo Abel. Adicionalmente sentimos reforzada la amistad con Juan Ramón Martínez y Óscar Aníbal Puerto. Esto para nosotros es invaluable
muchas gracias por su asistencia esta tarde.

Abel García Bonilla. 25 agosto 2021