Nueva presidenta del TJE: Insta a diputados, a retomar la discusión y aprobación de la Ley Procesal Electoral

La nueva presidenta del Tribunal de Justicia Electoral (TJE), Mirian Barahona, al tomar posesión de su cargo en solemne acto celebrado en un hotel capitalino, en presencia de representantes de la comunidad internacional, de partidos políticos, sociedad civil, funcionarios del resto del órgano electoral, entre otros, instó a los diputados, a retomar la discusión y aprobación de la Ley Procesal Electoral.

Barahona, en un elocuente discurso que a continuación se transcribe, apeló a la sabiduría de los legisladores y los invitó a retomar la discusión y aprobación de la Ley Procesal Electoral o en su defecto un decreto transitorio que determine la manera de interponer, tramitar y sustanciar el recurso de apelación.

Es un honor para mí, como mujer hondureña, asumir la presidencia del Tribunal de Justicia Electoral, para dirigir este órgano de justicia especializado antes, durante y después de las elecciones generales del 2021 hasta el 23 de septiembre del 2022.

ESCUCHADO

El soberano Congreso Nacional ha escuchado las recomendaciones de quienes estimaron que, dadas las condiciones actuales, era necesario que el poder electoral se distribuyera de tal forma que las hondureñas y hondureños contaran con nuevas instituciones que hoy juegan un rol trascendental en el desarrollo de la democracia.

Hoy aprovecho esta tribuna para apelar nuevamente a la sabiduría de los legisladores y a invitarlos a retomar la discusión y aprobación de la Ley Procesal Electoral o en su defecto un decreto transitorio que determine la manera de interponer, tramitar y sustanciar el recurso de apelación.

EFICIENCIA

Asumo esta presidencia con el compromiso de garantizar que todo acto electoral que desarrolle este tribunal de justicia se ajuste al derecho, es decir a lo que manda nuestra Constitución, a lo que refiere la ley y también a lo contenido en los tratados internacionales, así como a toda norma que regule precisamente los procedimientos electorales.

Me comprometo, además, a que el TJE proteja o restaure el goce de los derechos electorales de todo aquel que los invoque con razón; a escuchar todo ciudadano que se considere agraviado; a garantizar justicia electoral a quien esté habilitado para impugnar y a resolver esas impugnaciones de acuerdo con lo que establecen las leyes.

Quiero agradecer a la comunidad internacional que desde nuestros inicios han estado a nuestro lado, apoyándonos y dándonos las herramientas para poder vencer todas las adversidades que se nos puedan presentar; gracias por creer en nosotros como institución.

El Tribunal de Justicia Electoral, además tiene un mandato accesorio, no solo está obligado a guardar la legalidad entre las partes, sino también tiene que ser un órgano garante de preservar la voluntad popular, que es la expresión soberana del pueblo manifestada a través de los mecanismos de sufragio tutelados por nuestra Carta Magna, como también por los tratados internacionales.

LEGALIDAD

Para construir una nueva clase política y transformar las instituciones debemos pasar por generar una cultura de la legalidad.

Este proceso de elecciones generales es nuestra oportunidad, es un salto de la disputa política partidaria y de candidaturas independientes a la garantía jurídica tutelada y nuestra institución estará a la altura de esos requerimientos, pero necesitamos la participación de todos los actores políticos con madurez, seriedad, con verdadera altura de miras para poder construir el futuro al que aspiramos y que ahora más que nunca es necesario.

Llamo a la sociedad civil a que de manera objetiva acompañe nuestros esfuerzos y a que practique, como lo ha venido haciendo, los procesos de auditoría social, que no solo refuerzan nuestro desempeño, sino que aportan más valor a la democracia que juntos, cada uno, con honestidad, capacidad y transparencia estamos construyendo.

Hago un llamado a todas las ciudadanas y ciudadanos para que este 28 de noviembre, acudamos masivamente, temprano, en paz y alegría a ejercer el sufragio, respetando las diferencias ideológicas de cada uno, pues por eso vivimos en sociedad.