APAPACHADA Y LOS PUNTOS SUELTOS

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24 de septiembre de 2021
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12:49 am
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APAPACHADA Y LOS PUNTOS SUELTOS

NO eran pálpitos quiméricos. Obvias las señales. Solo era cosa de unir con unas líneas los puntos sueltos. El relanzamiento del Diálogo Económico de Alto Nivel (DEAN). La visita de Kamala Harris a México –según informan los cables internacionales– “enfocada en la migración irregular, mayoritariamente de personas de Honduras, El Salvador y Guatemala, hacia la frontera de Estados Unidos, uno de los principales temas de la agenda bilateral”. Aquí es donde el gobierno mexicano –vaya viveza– pela los ojos y se le enciende el foco. Los flujos migratorios –ellos solo son territorio de tránsito– de pronto es coyuntura a la que pueden sacar partido. Ahí está la luz. Así que en la reunión bilateral con Washington se encaraman en el plan: Ya no se trata únicamente de las causas raíz que desatan la diáspora del Triángulo Norte. Ahora, –AMLO montado al anca– se trata de “promover el desarrollo económico y social sostenible en el sur de México y Centroamérica, para atender las causas estructurales de los éxodos al norte”.

Hasta ahora –desde que Trump amenazó con sanciones arancelarias si no paraba en seco las caravanas– solo era cosa de atajar peregrinos y regresarlos. No lo decimos únicamente nosotros. En México es criterio generalizado. “¿Piensa –dice un columnista de Excélsior de López Obrador y sus tratos con los Estados Unidos– que con hacerles el trabajo sucio de contener militarmente la migración indocumentada, nada de lo que haga podrá enturbiar la relación?”. (Se refiere a la saya bolivariana que mostró en CELAC). Y aquí es donde el gobierno mexicano se sube a tuto del “plan de desarrollo integral” del Triángulo Norte. Para el que supuestamente se contaba con recursos puestos primordialmente por los Estados Unidos: “Ebrard dijo también que le entregó a su homólogo, Antony Blinken, una carta de López Obrador dirigida a Biden con dos propuestas para Centroamérica y el sur de México”. “Según el comunicado del gobierno mexicano, Estados Unidos colaborará con México en los programas «Sembrando Vida» y «Jóvenes Construyendo el Futuro» en la región”. (Otra vez las iniciativas de AMLO de sembrar palos. A lo que dio una irrisoria contribución para tapar el ojo al macho a su plan inexistente que nunca arrancó. Como si con chucherías, estos pintorescos paisajes acabados, vayan a resolver los gigantescos problemas causantes de la hemorragia migratoria de sus nacionales. Nada más que ahora, el saldo que quedaron debiendo, sugieren que lo aporte Estados Unidos. Pero ya no solo recursos para menguar los apuros del Triángulo Norte, sino a las paupérrimas comunidades del sur mexicano).

Continúen conectando los puntos. Ya días sonaba un plan para el Triángulo Norte basado en un diagnóstico de CEPAL. Y en la reciente cumbre de CELAC, en México ¿a quién creen que invitaron a disertar sobre las penurias de las desvencijadas naciones representadas en el cónclave? A la secretaria ejecutiva de CEPAL. No en balde. Trae un obsequio. Pero no es el regalo original. Sino uno con todo y chongo. “El Plan de Desarrollo Integral para El Salvador, Guatemala, Honduras y el sur-sureste de México”. En el compendio de Honduras no hay ninguna iniciativa –destinataria de recursos– que no lleve pareja apapachada. “Honduras y México”. O Centroamérica y el sur-sureste de México. Con la genialidad que ahora en varios programas piloto la prioridad se reinvierte. Ahora es para “el sur-este de México y el norte de C.A.”. Y para rematar, alégrense de la siguiente noticia. “El ministro coordinador general de Gobierno, anunció que Honduras está listo para avanzar en la creación de un fondo que permita recaudar recursos para la ejecución del Plan de Desarrollo Integral (PDI) para el Triángulo Norte de Centroamérica y México entregado por la CEPAL”. “Comprende el ataque a las causas estructurales de la migración”. Los gobiernos mexicanos, cuyo interés por sus vecinos del sur ha sido de indiferencia lindando con gélida frialdad –nada parecido a la relación de hermandad estrecha que existió en el lejano pasado– ahora, a tuto, o de intermediarios, o de receptores principales de los recursos, de repente se entusiasman por resolverles “las causas estructurales de la migración”. ¿Creen qué echando gotas al mar inmenso de las causas de los éxodos, resuelven algo? ¿Y es que nadie se ha percatado cuál sea la inclinación de la línea que une los puntos? Y el bulto de hojas –para dar volumen al microscópico tamalito– con que envolvieron el nacatamal. Otra vez el Sisimite, a propósito de inocentes, pregunta: Tamales –¿dónde dijeron que había nacatamales?–.

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