Inactividad física duplica cardiopatías y diabetes

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27 de septiembre de 2021
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05:00 am
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Inactividad física duplica cardiopatías y diabetes

La inactividad física que entró con la pandemia, sumado a la mala alimentación han aumentado el número de pacientes cardíacos.

La pandemia de COVID-19 está provocando un alto porcentaje de pacientes diabéticos, hipertensión arterial, estrés, fatiga, obesidad y sobrepeso, pero también ha generado un aumento de problemas cardíacos.

Pese a que la mayoría de actividades económicas ya están abiertas, el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (SINAGER) mantiene cerradas las áreas de esparcimiento o centros deportivos, que hasta antes de la pandemia eran fuente de salud para miles de hondureños.

El presidente de la Asociación Hondureña de Cardiología, Haroldo López, informó que se ha registrado un incremento en el número de personas con problemas del corazón y los pacientes ya existentes han desmejorado su salud.

El confinamiento ha reducido la actividad física y una mayor ingesta de alimentos no saludables, principalmente ricos en azucares, sodio y grasas saturadas. “Han aumentado estos problemas, ha aumentado la falla cardíaca, producto de las afectaciones del virus y producto del confinamiento que los pacientes se han limitado a buscar asistencia médica”, indicó López.

Centros deportivos como la Villa Olímpica y los parques “Vida Mejor” llevan más de año y medio cerrados al público, hasta antes de la pandemia eran visitados por capitalinos.

Alrededor de 64 millones de personas en el mundo tienen un diagnóstico de falla o insuficiencia cardíaca, representando uno de los problemas más importantes, y en aumento, de la salud pública a nivel mundial.

La falla cardíaca (FC) se manifiesta cuando el corazón no logra bombear de manera eficiente la cantidad de sangre que el cuerpo requiere o no consigue llenarse de sangre.

Esto puede presentarse debido a otras enfermedades preexistentes en el paciente, como presión arterial elevada o enfermedad de las arterias coronarias.

Según el especialista, la salud cardíaca de los hondureños va en declive en medio de esta pandemia, y en especial la de sus pacientes. “La afectación ha sido de manera directa, este confinamiento ha llevado a una disminución de la actividad física. Esto ya que la etapa del confinamiento ha sido bastante prolongada”.

El gobierno aplicó un confinamiento total desde el 16 de marzo del 2020 cuando aparecieron los primeros casos de coronavirus y lo extendió por más de siete meses, las restricciones se redujeron con el paso de las tormentas Eta y Iota en noviembre de ese año.

El presidente de la Asociación Hondureña de Cardiología, Haroldo López es necesario mejorar los estilos de vida en tema de alimentación y actividad física.

La inactividad física se prolongó, pasándole factura a miles de personas que hoy día padecen con mayor rigor las enfermades relacionadas a la falta de ejercicio y alimentación insalubre.

“El hecho de que los pacientes o los seres humanos hagan menos actividad física, esto conlleva un problema en la salud cardiovascular, por otro lado, el desvió de la atención de salud para atender la pandemia, ha llevado a que se tenga menos posibilidad de atención a este grupo de pacientes”, aseguró López.

Pero según los últimos estudios indican que, durante el 2020 en Estados Unidos, casi el 40 por ciento de las personas hospitalizadas por el virus presentaban alguna cardiopatía. La COVID-19 puede afectar de manera importante a personas con afecciones cardíacas no controladas, como falla cardíaca, hipertensión presión arterial alta o enfermedad de las arterias coronarias, complicando el proceso de recuperación del paciente.

Personas que no tenían problemas del corazón, que se han contagiado de COVID-19 han quedado con algún tipo de afectación cardíaca en la que deben poner mucha atención y mejorar su estilo de vida.

Los pacientes cardiópatas se han visto afectados seriamente por la pandemia del COVID-19, a nivel mundial.

Pero los pacientes cardiópatas ya existentes han sufrido una consecuencia directa ya que los niveles de atención a nivel mundial han disminuido en esta área, han bajo por atender la pandemia.

“El paciente cardiópata ha sufrido a nivel mundial, han decrementado y por eso hemos visto pacientes más descompensados, la injerencia de infarto ha aumentado desde el mes de octubre”.

“Hemos visto el comportamiento de esta enfermedad un poquito por encima de lo que estamos acostumbrados a verlo, hay afectaciones directas del COVID-19”, lamentó López.

Según datos, en la Unión Europea (UE), la FC es la principal causa de hospitalización en los adultos mayores de 65 años y aproximadamente de las personas que se encuentran en los centros hospitalarios, entre el 30 por ciento y 40 por ciento son diabéticos, incrementando el riesgo de ataque cardíaco o accidente cerebrovascular en comparación con las personas que no la padecen.

Alrededor de 64 millones de personas en el mundo tienen un diagnóstico de falla o insuficiencia cardíaca.
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