Mensajes falsos en redes matan a más hondureños que el COVID-19

ZV
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27 de septiembre de 2021
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05:10 am
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Mensajes falsos en redes matan a más hondureños que el COVID-19

La desinformación, la falta de educación sobre la pandemia ha hecho de muchas personas una presa fácil de los mensajes falsos que circulan en las redes sociales.

Según al periodista Paola Ramos, que conduce “Desinfodemia”, una producción del medio digital VICE News, dijo que el problema general de la desinformación acerca de la pandemia es más grave en el caso de los hispanohablantes en Estados Unidos, que, además, han sido afectados por el COVID-19 desproporcionadamente.

Algunos grupos buscan confundir y crear ideas equivocadas, tal es el caso de Alejandra Castellanos, originaria de Tocoa, Colón, que le ha tocado vivir el COVID-19 y también luchar contra la desinformación y mensajes equivocados que han logrado que su madre y su hijo se niegan a ponerse la vacuna.

“Mi mamá dice que ella no se vacuna, porque eso es del gobierno, que es un chip. Pero mi hijo dice que eso son los tres seises y que por eso son tres dosis de la vacuna que le ponen a uno. Yo y mi hija si nos vacunamos, pero ellos no y me preocupa”.

“Mi mamá dice que las calenturas y el dolor de cabeza son por el chip que les ponen a las personas, le pregunté que quien le dijo eso y dice que lo vio en el celular”, asegura Castellanos.

Al igual que esta hondureña muchos más siguen con ideas equivocadas por la falta de educación, sobre la pandemia y sin conocer el beneficio de las vacunas, mientras diferentes líderes mundiales han hecho llamados para que la humanidad se proteja ante el COVID-19 y deje de creer en todo lo que circula en las redes sociales.

Pero en el caso de los hondureños, según el especialista en salud pública, Fidel Barahona, es mayor problema ha sido la falta de plan de comunicación, educación e información en torno al COVID-19.

Este epidemiólogo asegura que la falta de organización más el buen uso de las redes sociales de los grupos provacunas ha generado, una desinformación que ha causado muertes y muchos contagios.

“Se debió desarrollar todo un plan de comunicación, información y educación para las personas conocieran los beneficios de las vacunas. Estando la persona lo suficientemente informada para no ser influenciada por la información que generan los antivacunas”, detalló Barahona.

Los grupos antivacunas han hecho un manejo de las redes sociales, utilizando argumentos con artículos de científicos que han trabajado en grandes laboratorios, generando un tipo de revancha.

Ramos menciona como ejemplo un estudio realizado por la compañía Avaaz, en el 2020, que llegó a la conclusión de que solo el 30 por ciento de los contenidos con desinformación en español que había en Facebook tenía “etiquetas con advertencias”, mientras que el 70 por ciento del mismo tipo de mensajes en inglés contaban con ellas.

Mientras, Barahona detalla que la falta de comunicación en el tema de los efectos adversos de las vacunas ha generado miedo, pánico, situaciones que se expanden entre la población generando un rechazo a los inoculantes.

“La falta de este plan de información, educación y comunicación que ha sido algo que se adolecido durante le manejo de toda la pandemia, no solo en el tema de las vacunas sino en el tema de medicamentos, el aparecimiento de las nuevas variantes y una gran cantidad de cosas”, recalcó Barahona.

Para la periodista Ramos, la desinformación en español puede pasar mucho más tiempo sin que aparezcan advertencias o sea retirada de las redes y, así, el video o el mensaje engañoso se esparcen más y potencialmente, haciendo más daño.

Esta desinformación que tiene varias razones, entre ellas ideológicas, culturales y económicas, donde los principales canales de comunicación son las redes sociales.

REDES

Según el sociólogo Pablo Carías, las redes sociales tienen una situación especial en la que el emisor no cuenta con la formación adecuada, ni con el sentido de responsabilidad que se tiene en otros medios.

“Hay que decir que tenemos una población de una baja formación, con una disponibilidad a darle fe y creencia a todo lo que se dice en las redes sociales. Frente a una situación como esa en la cual hoy en días las redes sociales, circulan libremente”.

“Y cualquiera se convierte en un apoderado portador de ideas equivocadas, se vuelve complicado. Pero la Secretaría de Salud y el gobierno, deben hacer alguna labor para obstruir este tipo de obstrucción”, destaca Carías.

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