Honduras en la ONU

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28 de septiembre de 2021
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12:48 am
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Honduras en la ONU

Juan Ramón Martínez

Normalmente las presentaciones de los gobernantes hondureños en la ONU, han sido poco trascendentes. Atrapadas en los temas domésticos, pareciera que, en vez de dirigirse a la comunidad internacional, buscaran legitimidad interna. Incluso el que más recuerdo, el de Carlos Flores, en una oportunidad en que presentó las desgracias y sufrimientos de una mujer pobre, no pasó de un reclamo a la comunidad internacional, poco sensible ante estos ejercicios parabólicos o metafóricos. Esta vez JOH -extrañamente, posiblemente debido a las graves circunstancias que atraviesa el país en su relación con los Estados Unidos- orientó su discurso en dos direcciones críticas que vale la pena resaltar. La primera, especialmente, contra el sistema judicial de los Estados Unidos que en algunos momentos afecta las relaciones con sus aliados; y la otra, contra la consideración a Honduras como país aliado.

El primer cuestionamiento es sorprendente, porque le llevó a criticar al sistema judicial de los Estados Unidos que valora mucho, según el criterio de JOH, la cooperación de los delincuentes, en poder de las autoridades, cuyas declaraciones colocan por encima de la de sus aliados. La crítica es ordenada, bien fundamentada y perfecta. Pero tiene sus debilidades. Se trata de un modelo que a los estadounidenses les ha funcionado: “le reducimos la pena, aunque conocemos sus implicaciones, si coopera, denunciado a otros”. Puro pragmatismo que, a la justicia estadounidense le ha permitido destruir redes delincuenciales, con solo encontrar el nombre del que la construyó o quien la dirige. La crítica de JOH, no solo es atrevida, sino que, además, insólita: el hondureño, siempre baja la cabeza ante los Estados Unidos; y nunca hace críticas de frente. Y esta vez, el gobernante lo hizo. Lo que, al margen de los resultados que obtenga, quedará para la historia, como evidencia que, en algún momento, Honduras intentó ponerse de pie y con la misma legitimidad que usa Estados Unidos, le hizo críticas a su aliado. Al cual, además -siguiendo el discurso de JOH- le reclamó, que no podía poner en la misma balanza a los delincuentes que le acusan, con el trabajo y la lealtad de su gobierno, en la lucha en contra del narcotráfico. Y aquí, aportó datos de tal contundencia que, han sido refrendados por el Pentágono que, pese a lo que se diga por parte de los enemigos del gobierno, ha felicitado al régimen por los resultados alcanzados en la lucha contra el narcotráfico. JOH, concluye con el argumento que los afectados en esta lucha, se defienden con acusaciones que, según sus deseos, Estados Unidos, no puede poner al mismo nivel que la palabra de sus aliados. Hasta aquí, impecable, la argumentación usada por el mandatario en su discurso en la ONU.

Ahora veamos las cosas desde la perspectiva de USA y situaciones en las que la justicia de aquel país, se ha visto obligado a proteger a sus aliados. En primer lugar, hay que reconocer algunas cosas elementales; pero desconocidas por los analistas hondureños. La independencia de la justicia con respecto al Ejecutivo, no es absoluta. El caso de la captura del exministro de Defensa de México, general Cienfuegos que estremeció e incómodo al estamento de seguridad de los aztecas, es un ejemplo. La situación fue tal que, la Fiscalía retiró la acusación, argumentando que, de continuar, produciría más daños a los intereses de Estados Unidos. Desde entonces y aunque liberaron a Cienfuegos, México no perdonó a Estados Unidos; e interrumpió, la cooperación con la DEA en su lucha en contra del narcotráfico, como lo venía haciendo hasta entonces. JOH, explora esta vía. Pero pasa por alto que, la lealtad de Estados Unidos hacia sus aliados -no sus amigos, porque cuando los necesita, los compra- es muy irregular. Y, de acuerdo a sus intereses.

De todos modos, Honduras por medio de su Presidente en el foro mundial más importante, le ha plantado cara a la lealtad de Estados Unidos y le ha pedido que la simetría que defienden sus fiscales: la palabra de los delincuentes buscando la rebaja de sus penas y el respeto a sus aliados, no se mantenga. Estados Unidos, actúa de conformidad a sus intereses de corto plazo. No se puede anticipar lo que pasará. Pero lo importante es que, Honduras, por primera, ha dicho su palabra. Y, esto es, bastante.

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