EL SIMBOLISMO Y LO DIGITAL

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29 de septiembre de 2021
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12:25 am
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EL SIMBOLISMO Y LO DIGITAL

EL periódico en sus inicios, y por varios años, fue solo su edición impresa. Un emprendimiento novedoso, en aquel tiempo, editado en rotativa offset y formato tabloide. Nada comparable a lo que era hacer prensa escrita, en hojas de papel tamaño sábana, impresas en máquinas de linotipo, cuando nuestro director fundador, el abogado y periodista Óscar Armando Flores Midence, dirigía su primer empeño. Diario El Pueblo fue la voz oficial de la oposición –en los pueblos del interior de circulación clandestina– en la aciaga época de eclipse constitucional. Como memoria de esa historia irrepetible, conservamos la única fotografía suya que pudimos rescatar. Retratado en el pequeño rincón que le servía de oficina contiguo al portón de entrada de los improvisados talleres de impresión, ubicado en una casa alquilada del barrio El Jazmín. Lo recordamos hoy como si esa lejanía de años atrás fuese apenas en el inmediato ayer. De niño, para entretenernos tragando palabras, allí pasábamos, haciéndole incómoda compañía. Sentado –así sale en la toma– frente a un desarreglado escritorio, escribiendo la fustigante nota editorial. Golpeando apresurado con dos dedos de las manos las teclas bulliciosas de una máquina mecánica de escribir. Tejiendo palabras sin parar a la velocidad vertiginosa que fluye el pensamiento. Solo pausando –entre bocanadas de humo– para encender y botar la ceniza de un cigarrillo King Bee.

Nuestro diario impreso editado en la ciudad capital rápidamente adquirió indiscutido liderazgo de cobertura nacional. Sin embargo, lo que una vez fue innovador, –“nada es todo fluye”, filosofaba en la antigüedad el inefable Heráclito– a riesgo de caer en lo obsoleto debe reinventarse. Bajo el impetuoso ritmo de los avances tecnológicos redescubrirse es un imperativo de necesidad. Solo así se da el salto a la perdurabilidad. Ya dijimos que esta peste sanitaria cambió la realidad como la conocíamos y la forma de lidiar con ella, Ac, antes del coronavirus. Ahora, Dc, después del coronavirus, es otra la nueva normalidad. Los estados de antes desaparecieron. Fueron superados por los efectos demoledores de este asolador siniestro económico y sanitario. Que ha perturbado hasta las formas de convivencia en sociedad. De la capacidad de cambiar, reorientar el rumbo y de adaptación dependerá la suerte de vivir o perecer como pueblo y como nación. A ello –para no ser candil de la calle y oscuridad de la casa– obedece esta reingeniería total de LA TRIBUNA Digital. Celebramos las fechas especiales, pero más que una celebración por el prurito de festejar, respetamos el simbolismo.

El Bicentenario de la emancipación política no es una fecha cualquiera. Ayer, 28 de septiembre, en los 200 años de la Independencia, lanzamos nuestro revolucionario proyecto digital. El logotipo de la edición escrita, continuará siendo en tinta negra. Hay valores que deben conservarse, –como el buen hábito de la lectura que jamás debió perderse– ya que tienen una lógica razón de ser. Se lee mejor la letra negra sobre una hoja blanca. Y por ello el logotipo de La Tribuna destaca a distancia sobre los demás. Igual, pese a sugerencias recibidas de cambiar en la portada la figura del Tribunito descalzo, bajo el argumento que los canillitas ahora tienen zapatos, en algo así, no se trata de la indumentaria sino de la representación. La Honduras de hoy, pese a esos 200 años transcurridos, no vence sus atávicos atrasos. En ese doloroso sentido de la realidad, seguimos, como El Tribunito, luciendo orgullosos el ingenio y la vivacidad de los hondureños, pero con los pies desnudos. Ahora bien, en muchos otros aspectos, el cambio es la constante. La evolución es readaptación. El azul turquesa utilizado como color para el logotipo de LA TRIBUNA Digital es emblemático. Concomitante del slogan “Una voluntad al Servicio de la Patria. LA TRIBUNA, con renovado compromiso de servicio y de veracidad en la información, se abraza a los cimeros intereses de Honduras. Y se arropa en los colores de su Bandera Nacional. El azul turquesa (el azul de los Mayas) es un pigmento asociado al equilibrio, la creatividad, el amor, la calma, la lealtad y la alegría. Posee propiedades sanadoras y protectoras. Ofrece frescura, relajación y bienestar al cuerpo y el alma.

La preciosidad de los símbolos: En la hora precisa que la Patria se viste de gala, LA TRIBUNA se reviste de Patria.

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