AMENAZAS 2021: Peligros y amenazas al proceso electoral

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30 de septiembre de 2021
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12:44 am
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AMENAZAS 2021: Peligros y amenazas al proceso electoral

La segunda vuelta electoral una necesidad impostergable

Por: Ernesto Paz Aguilar

A menos de sesenta días de la celebración del proceso electoral varios peligros y amenazas persisten. Peligros concebidos como posibles causas de riesgo y amenazas como posibilidades de que ocurra una desgracia.

El origen del clima de incertidumbre y desconfianza se encuentra en el obstruccionismo sistemático de los poderes públicos y de grupos oscurantistas de algunos partidos políticos contra el proceso electoral.

El obstruccionismo viene desde hace tiempo. Desde el 2018, el gobierno se vio obligado a solicitar a las Naciones Unidas que sirviera de facilitador en el Diálogo Nacional que culminó con la firma de varios acuerdos. Posteriormente, el Congreso Nacional contrató una consultoría con la Organización de Estados Americanos (OEA) que dio pocos frutos. A su vez, el Congreso Nacional nombró una Comisión Especial, asistida por expertos nacionales, quienes elaboraron un proyecto, el cual fue aprobado por el pleno, 24 horas de la convocatoria a elecciones generales.

Fue necesaria la visita del señor Patrick Ventrell, del departamento de Centroamérica del Departamento de Estado de los EEUU, para presionar la aprobación de la ley. Fue una intervención positiva.

Se aclararon las aguas, pero los remolinos siguen. El Consejo Nacional Electoral (CNE) continúa bajo ataque y el proceso electoral se ha convertido en una interminable carrera de obstáculos.

Primera amenaza. El Poder Ejecutivo, a través del SIAFI, tiene atado de pies y manos al Consejo Nacional Electoral (CNE). La independencia y autonomía del CNE está amenazada por la emisión del Decreto No. 60 de 5/09/21, que tergiversa las funciones y atribuciones de este, al establecer procedimientos irregulares para la ejecución de su presupuesto.

Segunda amenaza. Proviene del Congreso Nacional al no aprobar la Ley Procesal Electoral. Un Tribunal de Justicia Electoral (TJE) sin su propia ley servirá de muy poco, dado que la Corte Suprema de Justicia (CSJ) bajo la férula del Poder Ejecutivo no es ninguna garantía. En consecuencia, la espada de Damocles amenaza con decapitar el proceso electoral.

Tercera amenaza. El recurso interpuesto ante la Corte Suprema de Justicia por algunos partidos minoritarios, para declarar la inconstitucionalidad del artículo 46 de la Ley Electoral, relativo a la composición de las Juntas Receptoras de Votos, amenaza con desestabilizar el proceso. Las JRV pasarían a tener 36 miembros entre propietarios y suplentes y continuaría el funesto tráfico de credenciales. No olvidemos que las decisiones en las JRV se toman por mayoría. El caos sería inevitable.

Cuarta amenaza. Es de carácter técnico. El país experimenta una crisis del sector energía sin precedentes. La ENEE está colapsada y la empresa concesionaria no garantiza un servicio eficiente. Un probable apagón electoral el día “D” sería fatal. Sin energía eléctrica no habrá Internet. Sin Internet no habrá TREP.

¿Qué hacer? Para enfrentar exitosamente los peligros y amenazas al proceso electoral, es necesario desarrollar y potenciar un círculo virtuoso entre Estado, partidos políticos y sociedad civil, con el acompañamiento de la comunidad internacional, para establecer una relación constructiva y colaborativa entre los diferentes actores del proceso. El pueblo hondureño está más que listo, no defraudemos.

 

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