La cosecha del Partido Liberal

MA
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5 de octubre de 2021
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01:14 am
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La cosecha del Partido Liberal

Rafael Delgado Elvir

Al Partido Liberal le han resultado sumamente caros los errores que ha cometido en los últimos años. Aunque históricamente nunca estuvo libre de los pesados vicios propios del bipartidismo de aquel entonces, en el contraste con el conservador Partido Nacional caracterizado por su tradicional cercanía al militarismo y a la dictadura, el Partido Liberal logró distinguirse. Planteaba propuestas diferentes y se mantenía en sintonía con las esperanzas de la ciudadanía que veía en él y en sus políticos a sus líderes. Ya hecho gobierno los resultados de su gestión inclinaban la balanza a su favor dejando atrás al Partido Nacional. Pero esos matices, porque eso era, que lo diferenciaban de alguna forma del otro, fueron desapareciendo con el transcurrir de los años.

En estos últimos tiempos de gobiernos nacionalistas se han cometido los peores errores. Con la brillante oportunidad de convertirse en el partido líder de la oposición frente a un gobierno descalificado por su corrupción y negligencia, nunca quiso asumirla, la desperdició totalmente. Cedió el espacio al Partido Libre, con quien, por orden de la dirigencia liberal comprometida con el Partido Nacional, no debía parecerse mucho menos aliarse. Gran parte de la dirigencia prefirió la negociación silenciosa, la repartición de cuotas con el gobernante Partido Nacional, que con ello lo mantenía en su órbita, alejado de su vocación más democrática y controlado para sus propios fines. Aunque no fuera la política oficial del partido ni de sus miembros, pero ejecutada informalmente por sectores importantes del partido, se convirtió en costumbre aliarse al Partido Nacional cuando había problemas. En la mesa donde se urdieron diferentes reparticiones de espaldas a la democracia se sentó una parte de la dirigencia liberal con su tradicional opositor, el Partido Nacional, ahora aliado. Pero, además se encontró con un tercero, el Partido Libre, con el que no debía aliarse directamente para impulsar temas importantes para la democracia. Solamente en la mesa convocada y patrocinada por el Partido Nacional es cuando podía hacerlo.

Los errores son de tal magnitud, que el Partido Liberal ahora se prepara para el próximo evento electoral con ninguna posibilidad de resultar favorecido por la voluntad del ciudadano. Han sido profundas las fisuras, resultado de los errores, las que ha padecido. Una tras otra le han quitado la fortaleza. La creación de Libre fue una de las más importantes. Pero después emergió el PAC que indudablemente le quitó mucho votante independiente, joven e indeciso que en el pasado preferían a última hora darle el voto a los candidatos liberales. Finalmente, el proceso electoral interno de este año 2021 en el que se definió, en medio de severas y sistemáticas denuncias de fraude, a Yani Rosenthal como el candidato oficial del partido, terminó de debilitarlo. Dicha candidatura desde un principio generó muchas reacciones dentro del mismo PL ya que no se entendió como un candidato tan vulnerable podía convenir al partido y a la democracia del país. Naturalmente que era algo que no convenía al PL, pero sí favorecía a muchos fuera del mismo que deseaban un candidato liberal débil que no despertará ningún entusiasmo entre los votantes jóvenes, independientes, ni entre los ciudadanos medianamente informados y hartos por la situación del país.

Según las encuestas y los comentarios que se escuchan, las elecciones no auguran ningún futuro brillante al histórico partido. Lamentablemente todo indica que está condenado a caer en el caudal electoral. Lo anterior le permitirá en el Congreso Nacional algunos diputados y a lo largo del país algunas alcaldías grandes, todo lo anterior por fuerza propia de sus líderes locales. Pero esto no importa en la lógica del oficialismo liberal ya que serán “sus diputados” y con ello está asegurado una pequeña cuota de poder que podrá usar para las importantes decisiones que tendrá que tomar el próximo Congreso Nacional. Le garantiza su invitación a la mesa donde se podrá seguir negociando en nombre de la institución y a costa de la democracia del país.

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