La muerte de las mujeres embarazadas continuará, dijo el miércoles el infectólogo Tito Alvarado, por varios factores, pero principalmente porque no se han vacunado, además de su estado de inmunodeficiencia debido a la gestación.
“La paciente embarazada con COVID-19 es un dilema terrible para el médico que es tratante, por varios factores, la enfermedad, el embarazo de por sí es un estado de inmunodeficiencia por ser embarazada y eso aunado a que no tiene una vacuna para COVID-19, triplica las posibilidades de complicarse”.
Alvarado dijo que “una paciente embarazada cuando se está manejando intrahospitalariamente hay maniobras que hay que hacer con ella para que pueda respirar, de por sí, por el enorme abdomen que tiene y de remate los pulmones están afectados por el COVID-19, viene a complicar el problema de respiración, por eso es que la respiración es el punto importante de choque de este virus, los pulmones; entonces, son condiciones que van en contra de la propia paciente y por estas razones es más complicado su manejo, la mortalidad es elevada, el factor más importante es la falta de vacuna, eso no hay duda”.
Planteó que hay que preguntarse por qué la mujer embarazada no se vacuna, la desinformación al inicio de la pandemia ha generado tabúes y confusión en las embarazadas, además de la baja escolaridad de las personas para recibir información real y comprender la necesidad de vacunarse.
“Sabemos rotundamente que la vacuna no produce ningún daño para la mujer embarazada ni mucho menos al feto, por lo tanto, esa información no es captada adecuadamente por estas personas y por eso rehúsan vacunarse, la consecuencia es la mortalidad y sigue subiendo”, apuntó.
